“La sociedad de la nieve”: ¿cómo nació el nuevo fenómeno de Netflix?

“La sociedad de la nieve”: ¿cómo nació el nuevo fenómeno de Netflix?

Recreación del terrible accidente aéreo. Foto: Netflix.

 

‘La sociedad de la nieve’ sigue siendo el tema de conversación. La recreación del siniestro aéreo en las montañas de los Andes en 1972 y en el que había 45 pasajeros más la tripulación, de los cuales 29 sobrevivieron al accidente. Durante los siguientes 72 días, los sobrevivientes se encontraron en uno de los entornos más difíciles del mundo con una avalancha y pasando hambre, lo que condujo a la muerte de 13 pasajeros más. Eso llevó a los que quedaban a tomar medidas extremas, incluido el alimentarse de los fallecidos para mantenerse con vida.

Por eltiempo.com





El desastre del vuelo de los Andes se filmó previamente en 1993 con la película ¡Viven!, de Frank Marshall. La detallada puesta en escena, el desarrollo de personajes y una tensión que se acerca por momentos al horror, pero que termina dando paso a un retrato de humanidad impresionante, convirtieron a La sociedad de la nieve en una de las cintas que seguirán dando que hablar y como el gran paso del cineasta español J. A. Bayona, familiarizado con terror y la fantasía.

Bayona fue artífice de El orfanato (2007) y A Monster Calls (2016); dirigió el éxito taquillero de 2018 Jurassic World: Fallen Kingdom, asumió los dos primeros episodios de la serie The Lord of the Rings: los anillos del poder, para Prime Video. También fue el director de Lo imposible (2012), basada en la experiencia de María Belón y su familia durante el tsunami del océano Índico en 2004. El realizador ha contado que desde esa época estaba diseñando lo que sería una cinta acerca del accidente aéreo y hasta le leyó algunos capítulos a un pequeño Tom Holland (que se convertiría en la estrella de Spider-Man) del libro que le sirvió como fuente primaria para su más reciente trabajo.
“Me considero muy afortunado de poder trabajar en Hollywood y al mismo tiempo volver a casa y producir mis propias películas en mi propio idioma”, afirmó el director español de 48 años de edad, quien no ha parado entre el 2023 y este año de dar entrevistas y contar secretos del rodaje de su cinta más exigente hasta ahora.

Él, quien recibió su primer crédito como uno de los guionistas en esta película, recordó haber leído La Sociedad de la nieve de Pablo Vierci poco después de su publicación y comprar los derechos de adaptación el último día de rodaje de Lo imposible.
Al hablar de por qué la película tardó 13 años en llegar finalmente al público, reconoció que “quería filmarla desde hace muchos años en Uruguay con actores locales, pero había un techo en términos del presupuesto cuando te mueves en al mercado independiente para financiar un proyecto, y fue Netflix quien lo hizo posible”, una gran decisión de la compañía de streaming que ha comenzado el año con millones de visualizaciones del filme. Otro elemento que cautivó a Bayona para querer representar la historia a su manera fue el ángulo narrativo elegido.

“Lo que fue interesante para mí fue la presencia de los muertos en el libro. Cuenta la historia de los sobrevivientes, pero existe esta presencia constante de muerte. Además, los sobrevivientes no se sentían a gusto con la imagen de que se les dio: que eran los héroes; más bien, pensaron que los héroes fueron aquellos que no volvieron. Tales tensiones subyacentes fueron útiles para desmantelar el mito de la esperanza para el héroe y retratar algo más humano. Hubo quienes hicieron mucho y no regresaron, y luego hubo quienes no hicieron nada y regresaron”, en realidad la historia termina siendo un relato alrededor de la humanidad, la fragilidad y la experiencia de un trabajo en equipo para sobrevivir. Una respuesta empática acerca del ser humano y su respuesta ante un hecho que lo sobrepasa.

Además, Bayona reconoció que el libro de Vierci le había ayudado a ver este episodio con una nueva luz.

“Esta es una historia muy popular en el mundo de habla hispana, una historia masiva, en América Latina y España. Alive, el primer best seller sobre la historia, se publicó solo un año después del desastre. Creo que es un libro que todos teníamos en casa cuando éramos niños”, dijo Bayona.

La sociedad de la nieve, de Pablo Vierci, fue publicado en España hace 12 años, y me obsesioné”, continuó. “Como dije, es una historia muy popular. Se han hecho 20 libros sobre esta tragedia, dos películas y muchos documentales, pero no fue hasta que leí el libro cuando pude ver cuán grande es esta historia, incluso en una forma espiritual y psicológica, además del nivel filosófico”. Una experiencia que también vive la audiencia después del ritmo frenético y cruel del accidente. Aunque Bayona dijo que nunca había estado interesado en el elemento de acción de la película.

“Me obsesionaba con el drama y trataba de tratar de contar la historia de estos hombres con el máximo realismo y el máximo respeto para que todos pasen por la experiencia como estar en el avión dentro con ellos, y sintiendo empatía hacia ellos, comprenda lo que hicieron y por lo que pasaron”, comentó el realizador.

“Además, cuando estaba trabajando en esta película, estuve en contacto con todos los sobrevivientes. Eso te da la fuente de material que estás buscando cuando estás trabajando en una película de ese calibre. Cuando hago historias de fantasía, si no es una historia real, el tipo de investigación que hago es diferente. Pero, para mí, se trata de obtener tanta información como pueda, y a partir de ahí, intentas mejorar la historia que estás contando”.

El elemento familiar que se ve en la historia, un común denominador en las películas de Bayona, no es algo fortuito. Para él es significativo dejar impreso ese factor en cada uno de sus trabajos.

“Las emociones son muy importantes para mí. Cuando hablo de seguir la intuición, la mayoría de las veces, la intuición está buscando algo que se conecta con el aspecto más humano de la psicología humana. Eso es muy importante. Cada vez que hago una película, hay algo que me guía. No sé qué es, pero descubro cuándo estoy filmando. Es como cuando tienes un sueño. Si descubre de qué se trataba el sueño y qué significaba, puede mejorar sus imágenes”.

“También me gusta pensar que las películas pueden conectarse incluso cuando no hay sonido. Hay tantas películas en los cines que se sienten como la televisión; si desconectas el sonido, no entiendes nada, o la cámara realmente no te cuenta la historia, mientras que de eso se trata la realización de movimientos. El sonido y las imágenes, la forma en que cuenta la historia con la cámara, son muy importantes, y eso lo trato de hacer en cada uno de mis trabajos”.