Expertos de la ONU piden que EEUU frene la primera ejecución mediante asfixia con nitrógeno

Expertos de la ONU piden que EEUU frene la primera ejecución mediante asfixia con nitrógeno

 

Estados Unidos efectuará la primera ejecución de un condenado a muerte mediante hipoxia de nitrógeno (asfixia con este gas) el próximo 25 de enero, un método inédito y que puede causar graves sufrimientos al preso, denunciaron hoy expertos de Naciones Unidas en derechos humanos.





El estado de Alabama, en el sur de Estados Unidos, tiene previsto emplear esta técnica con Kenneth Eugene Smith, condenado a muerte desde hace más de tres décadas por asesinato.

Pese a estar recogido en el Protocolo de Ejecuciones de Alabama, los expertos consideran que ese método debe ser revisado antes de ponerse en práctica, ya que podría causar a Smith una muerte “dolorosa y humillante”, debido a la ausencia de pruebas científicas que demuestren lo contrario.

“Las ejecuciones experimentales por asfixia con gas violarán probablemente la prohibición de la tortura y otras penas crueles, inhumanas o degradantes”, señalaron.

Si la ejecución se produce, Smith será obligado a respirar únicamente nitrógeno, lo que privará a su cerebro y resto de tejidos de oxígeno, ocasionando su muerte.

Los expertos de la ONU también mostraron su preocupación por la continuación de las ejecuciones en Estados Unidos, pues, consideran, van en contra de la tendencia mundial hacia la abolición de la pena de muerte.

“Las ejecuciones mal preparadas, la falta de transparencia de los protocolos de ejecución y el uso de fármacos no probados para ejecutar a presos en Estados Unidos han llamado continuamente la atención de los mecanismos de la ONU”, recordaron los expertos.

Han firmado esta declaración los relatores de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, Morris Tidball-Binz; sobre la tortura, Alice Jill Edwards; sobre el derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental, Tlaeng Mofokeng, y sobre la independencia de los magistrados y abogados, Margaret Satterthwaite. EFE