Tendido eléctrico de alta tensión pone en riesgo a aves migratorias en Falcón

Tendido eléctrico de alta tensión pone en riesgo a aves migratorias en Falcón

Tendido eléctrico de alta tensión pone en riesgo a aves migratorias en Falcón

 

 

 





Las aves migratorias que llegan a los manglares que se ubican en el Golfete de Coro, estado Falcón, están siendo afectadas por la falta de señalización en el tendido eléctrico de alta tensión que recorre la carretera Coro- Punto Fijo. Muchas de ellas chocan con las guayas y mueren electrocutadas.

Corresponsalía lapatilla.com

Este hecho lo denunció la iniciativa de conservación, divulgación y estudio de las aves de Falcón a través de su cuenta de Instagram @veoavesfalcon y explican en un vídeo cómo las aves, principalmente flamencos, se electrocutan al chocar contra las líneas de alta tensión.

El tendido eléctrico debe tener boyas, que en su momento las tuvo, pero ante la falta de mantenimiento preventivo se han ido cayendo, quedando sin señalización el área. Durante una visita, los ambientalistas hallaron un flamenco adulto con el ala partida y deshidratado, ya que al no poder movilizarse con facilidad había dejado de alimentarse. Le brindaron ayuda con el apoyo de conocedores de la especie.

En el vídeo piden apoyo a los organismos para atender la falta de boyas en el área y evitar más eventos como estos. “A todos nos gusta cómo los flamencos adornan nuestro paisaje marino- costero, pero constantemente los vemos muertos, en el piso o colgando del tendido eléctrico, y esto sucede con otras especies de aves que utilizan este corredor y dependen de este ecosistema, especies necesarias para el equilibrio de este hábitat. El problema tiene solución, podemos evitar estos accidentes. Hacemos nuevamente el llamado a las autoridades para atender esta problemática”, reza el post.

¿Qué es el Golfete de Coro?

El Golfete de Coro se ubica en el cuello del estado Falcón, es lo que une a la cabeza de la Península de Paraguaná con el resto del estado. En el área se ubican humedales donde están la Punta Maragüey y Punta Caimán, que son dos barras que se extienden en dirección suroriente-noroccidente desde la costa, que se forman con los aportes de sedimentos provenientes de la desembocadura del río Mitare al occidente del Golfete de Coro.

Ambos presentan grandes extensiones de planicies intermareales, bordeadas al occidente por ecosistemas de manglar donde predomina el Mangle Negro (Avicennia germinans), y una barra al oriente que separa el intermareal de la playa arenosa.

Estos sitios reciben grandes concentraciones de aves playeras de diversas especies, entre ellas el playero pecho rufo o playero rojizo rufa (Calidris canutus rufa), el chorlito piquigrueso (Charadrius wilsonia wilsonia) y el zarapito trinador (Numenius phaeopus) que llegan a reponer la energía y nutrientes necesarios para continuar con su migración anual.

Estas aves no sólo han sido amenazadas por el sistema eléctrico, sino también por la contaminación de los manglares debido a fugas de gas y petróleo de las líneas submarinas que atraviesan el Golfete desde Zulia a la Península de Paraguaná para llevar suministro a las refinerías Amuay y Cardón.

Sandra B. del Instituto de Zoología y Ecología Tropical, Universidad Central de Venezuela, publicó un trabajo en 2021 que detalla los tipos de aves que llegan al lugar, también constataron que están amenazados por los derrames de la industria petrolera.

Investigadores del Instituto de Zoología y Ecología Tropical de la Universidad Central de Venezuela, del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas y de la Oficina Ejecutiva de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (WHSRN por sus siglas en inglés) han realizados censos desde 2018 en ambos sitios, gracias al apoyo de Environment and Climate Change Canada (ECCC).

Este seguimiento ha permitido establecer que varias especies de aves playeras migratorias registradas tienen abundancias que superan el 1 % de la población biogeográfica, como el caso del playero rojizo, playero ártico (Pluvialis squatarola) y chorlito piquigrueso. También se avistaron individuos de aves playeras anilladas (C. canutus y Ch. w. wilsonia), todos provenientes de la costa oriental de los Estados Unidos a través de la ruta de migración del Atlántico.