Jornada Mundial de la Juventud tendrá por primera vez puntos de apoyo a las víctimas de agresiones o violencia sexual

Jornada Mundial de la Juventud tendrá por primera vez puntos de apoyo a las víctimas de agresiones o violencia sexual

Lisboa se prepara para la JMJ: recibirá al papa Francisco y a un millón de jóvenes

 

 

 

Robos, agresiones, intolerancia religiosa o violencia sexual. Las víctimas de cualquier tipo de delito cuentan con puntos de atención y equipos móviles a los que acudir durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa, una medida pionera que no existía en las anteriores ediciones.

La iniciativa parte de un protocolo entre la Fundación JMJ Lisboa 2023 y la Asociación Portuguesa de Apoyo a la Víctima (APAV) para prevenir y apoyar a quienes sufran un delito durante el macroevento católico, que comienza este martes en la capital lusa, con la expectativa de congregar a más de un millón de fieles.

Por primera vez, la JMJ contará con centros de apoyo a las víctimas en los principales escenarios de la cita y con equipos móviles para desplazarse si fuese necesario.

“La idea es dar un apoyo especializado, gratuito y confidencial inmediatamente a cualquier persona que sea víctima de cualquier delito y que ese apoyo continúe cuando regresen a sus ciudades de origen”, explica a EFE Carla Ferreira, asesora técnica de la dirección de la APAV, desde el centro instalado en el Parque Eduardo VII.

Aquí se ha colocado un altar gigante que acogerá algunas de las principales celebraciones.

Los técnicos de la APAV, entre 20 y 25 personas, tienen formación en criminología, derecho, psicología y otras disciplinas, y trabajan en conjunto con las fuerzas de seguridad y otras entidades, como embajadas.

FORMACIÓN DE VOLUNTARIOS

Pero el trabajo no sólo se realiza durante la JMJ, comenzó hace meses con tareas de formación de los más de 20.000 voluntarios que apoyarán el evento.

“La formación tiene que ver con la importancia de saber acoger a alguien que ha sido víctima de un delito: lo que decir, lo que no decir. También algunos consejos prácticos de seguridad para los propios voluntarios, pero para que también se lo puedan transmitir a los peregrinos”, comenta Ferreira.

Se esperan sobre todo robos, pero también situaciones de violencia sexual. En ese caso, “es importantísimo que la gente, lo más inmediatamente posible, vaya al hospital para intentar que se preserven los vestigios y que puedan ser evaluadas”, y posteriormente dirigidas a los servicios de apoyo a los que tienen derecho, subraya.

ABUSOS EN LA IGLESIA

La violencia sexual en el seno de la Iglesia ha estado precisamente en el centro del debate público este año en Portugal, tras las conclusiones de una comisión de expertos que destapó que desde 1950 hay al menos 4.800 víctimas de abusos en el país.

En la APAV no descartan que víctimas de estos delitos puedan acudir a los puntos de apoyo, incluso aunque los abusos fuesen cometidos hace años.

“Una de las razones para que algunas víctimas no pidan ayuda es que no saben que existen servicios de apoyo”, cuenta Ferreira, que espera que, al conocer la existencia de APAV, puedan decidir acercarse.

La experta considera que la JMJ, que no incluye menciones de los abusos en su programa oficial, es una oportunidad para dar visibilidad a la lacra de la violencia sexual.

“Normalmente, cuando hablamos de violencia sexual, hablamos de un tipo de violencia que normalmente es guardada en secreto. Y por tanto, todos los momentos son oportunos para recordar que, ya sea en este contexto de la Iglesia católica o en una perspectiva más general, hay víctimas de delitos y de violencia”, concluye.

JMJ comenzará hoy en Lisboa y se desarrollará hasta el 6 de agosto con la presencia del papa Francisco.

EFE

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