Representantes de sectores productivos, comerciales, de recreación y hoteleros en Táchira, piden a las autoridades regionales, locales y del Ministerio de Comercio de Nicolás Maduro, revisar las altas tarifas de impuestos en medio de un enorme declive de la economía, que bajó de manera drástica las ventas en la entidad, sumado al contrabando y al ingreso de materias primas desde Colombia, trayendo como consecuencia la reducción masiva de puestos de empleos formales y el cierre de empresas.
Luz Dary Depablos // Corresponsalía lapatilla.com
Gabriel Ayala, presidente de la Asociación de Comerciantes de Alimentos Preparados (Asocap), manifestó que en su sector “no sabemos si la apertura de la frontera es una bendición o es todo lo contrario. Cuando se abre esta puerta (los pasos binacionales), se cierra esta (otra) que es la que nos conviene a todos: la producción venezolana”.
“Sólo en el sector panadero las ventas bajaron en más del 70 % en lo que va de año. Venezuela exportaba 100 toneladas al mes de trigo para el sector del estado Táchira, que es el primer estado productor, consumidor y exportador de pan. El consumo era 3.500 toneladas, y en este momento no se están consumiendo ni 80 toneladas en el estado Táchira”.
Cabe destacar que en el caso del sector panadero, Venezuela cuenta con “la capacidad de molienda suficiente para abastecer al Táchira”. Sin embargo, “pasan y pasan gandolas de harina desde el vecino país y de otros países como Turquía”, que acabaron con la producción, pues les resulta difícil competir con los precios que ellos ofertan tomando en cuenta los altos costos operativos.
Dijo que durante la pandemia “unos mercaderes fantasmas, personas que no fueron preparadas para la comercialización de productos, ni siquiera estaban en ese rubro, y de pronto resultaron negociando gandolas de alimentos con las condiciones que había en ese tiempo. Eso generó una economía de puertos, que no beneficia al sector”.
Cabe recordar que estos fueron los rubros que comenzaron a ingresar de manera ilegal y luego eran “legalizados”, a través del conocido “código protectorado o código trocha”.
Igualmente, Indover Sayago, vicepresidente de la Cámara de Comercio de San Antonio del Táchira, señaló que la reapertura del comercio binacional, “desmejoró” la poca economía que había en los municipios fronterizos tras más de siete años paralizados por el bloqueo de los pasos binacionales.
“Cada día los comercios están pasando cartas de inactividad ante el Seniat. Al no haber actividad comercial, cierran las puertas. De paso los servicios públicos una vez que se abrieron los puentes, las empresas hidrológicas y de electricidad aumentaron en un mil por ciento, los recibos de cobros de luz, porque ellos consideran que es una ciudad fronteriza internacional”, acotó Sayago.
Recordó que han pedido a los gobiernos locales exoneraciones y excepciones en algunas actividades o rubros para dinamizar “un entorno favorable para el crecimiento comercial de la zona”. Sin embargo, aún no ha habido una respuesta general, solo en algunos casos muy puntuales.
Aún esperan por la activación de las Zonas Económicas Especiales, las cuales el régimen ha planteado a los comerciantes de la frontera desde el gobierno de José Gregorio Vielma Mora (gobernador de Táchira entre 2013 y 2017) y hasta la fecha no se han concretado, por lo que esperan que en esta ocasión sí sean aplicadas, pues esta política económica sí favorecería la economía no solo de la frontera, sino de toda la región.