El pasado miércoles 17 de mayo, alrededor de las 14.30 horas, una empleada doméstica recibió la llamada de uno de sus clientes, quien le pidió que fuera a limpiar un “auténtico desastre” a la casa de sus abuelos. Cuando la mujer llegó a la propiedad, ubicada en Golden Gate Estates, en Naples, Florida, se dio cuenta de que el hombre estaba “cubierto de sangre”. Aun así, entró al dormitorio, donde oyó una “respiración agitada” que provenía de una gran lona azul en el piso, bajo la cual detectó algo “que se movía”. La cruenta escena la movilizó.
Por La Nación
Tras ser recibida por su cliente, Anthony Michael Corrado, de 34 años, la empleada comenzó a desenvolver la lona, donde estaba la abuela del hombre con una bolsa de plástico en la cabeza. Quiso quitársela, pero el sujeto le dijo que parara porque “se mancharía de sangre”. Luego, le pidió ayuda para deshacerse del cuerpo y desactivar las cámaras de seguridad antes de que su abuelo regresara de la tienda, de acuerdo con el comunicado de Collier County Sheriff’s Office, que fue publicado el 18 de mayo.
Asustada, la trabajadora le sugirió llamar a las autoridades, pero Corrado se negó. En su historial había múltiples antecedentes penales y alegó que no quería regresar a prisión, según la declaración jurada del su arresto. Con la excusa de que tenía que buscar los artículos de limpieza en su auto, la mujer actuó rápido y huyó por ayuda. Le hizo señas a un policía que se encontraba cerca, quien vio a Corrado en la entrada de la casa, con la ropa ensangrentada y junto a un auto ya con las puertas abiertas.
El agente comenzó a registrar la vivienda y pasó al cuarto, donde la mujer de 82 años, ya sin vida, tenía heridas de traumatismo craneoencefálico. Para ese momento, el abuelo de Corrado, de 74 años, había regresado de la tienda y estaba “vivo y envuelto en una manta”. También tenía heridas, por lo que tuvieron que trasladarlo en helicóptero a un centro médico en Fort Myers. Su estado de salud se desconoce.
Lea más en La Nación