El salario mínimo para los repartidores en Nueva York sigue en el limbo

El salario mínimo para los repartidores en Nueva York sigue en el limbo

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Varios repartidores de comida esperan desde enero de 2023 la aplicación de la ley 115 aprobada en 2021 por el Concejo Municipal de Nueva York, que les permite ganar un salario base que comenzaría en 17,96 dólares por hora.

Por VOA 





Pero han recibido cartas por parte de las mismas plataformas de las empresas de aplicaciones de pedido digital para que desistan de este beneficio y que dicen: “Qué firmáramos para que no se pasara el pago mínimo ya que iba, pues ya no nos iba a pagar como antes que según ganábamos 30 o 50 la hora cuando es totalmente mentira no”, dice Antonio Solís, Líder de la Organización Deliveristas Unidos.

Compañías como Relay, Uber Eats y DoorDash alegan que el dinero de las propinas para los repartidores de comida coincide con el salario mínimo. Aseguran que los repartidores ganan un promedio de $30 por hora y que el costo de un ingreso base se tendrá que traspasar a los consumidores, lo que podría traducirse en menos propinas.

“El servicio que uno presta, muchas veces mandan deliveries de 3 dólares por hasta 3 millas y eso es algo que es irracional porque yo creo que por una milla por lo menos deben pagar 4 dólares y eso sucede muchas veces y pienso que es muy bajo lo que estamos ganando en este momento”, agrega Argenis Godoy, Repartidor de comida.

Los repartidores que se encuentran divididos y desorientados y temen que las aplicaciones cierren sus cuentas si no firman.

“Incluso ahorita tenemos problemas con Doordash que tiene muchos pagos retenidos, tenemos compañeros que han venido aquí a la oficina del Proyecto de Justicia Laboral que tienen retenidos 8 mil, 3 mil dólares, 2 mil y no se me hace justo que estén reteniendo esos pagos cuando la gente necesita esa plata y ya trabajó para eso”, continúa Antonio Solís.

Las aplicaciones han pedido recalibrar la ley y los diferentes modelos de negocio y sus voceros han dicho que estos costos que se cargarán a los clientes. La batalla sigue en pie y el Concejo municipal deberá tomar una decisión.