“No todo es gris, a veces hay días soleados”: La resiliencia de una familia de caminantes venezolanos

Sulmi Zapata y José La Rosa tienen la esperanza de mejorar sus condiciones de vida en Norte de Santander. | Por: CORTESÍA WORLD VISION

 

José La Rosa habla calmado, y mantiene intacta la esperanza de mejorar sus condiciones de vida, a pesar de que ha atravesado tres países caminando, porque le tocó abandonar su patria junto con sus tres hijos y su esposa, en las peores circunstancias.

Por MigraVenezuela





“No todo es gris, a veces hay días soleados”, dice La Rosa al referirse a la mano solidaria que le han brindado varias personas en medio de las largas caminatas y los aventones que les han dado, para poder retornar de Ecuador hasta Colombia, y así poder llegar a la ciudad de Bogotá, en donde encontró orientación, y cálidos abrazos de sus paisanos en la sede de la Fundación Juntos Se Puede, ubicada en la calle 104 del norte de la capital colombiana.

“La experiencia de migrar caminando ha sido muy dura, pero siempre vamos con la bendición de Dios”, recalca el migrante.

Su esposa, Sulmi Zapata, interviene para decir que han pasado frío, hambre y han dormido a la intemperie, pero que gracias a Dios tienen salud y eso es lo más importante para ellos, en estos momentos tan difíciles. Al llegar a Ecuador se dieron cuenta de que insertarse en el campo laboral es muy difícil.

En el año 2022 tomaron la dura decisión de salir de Venezuela porque estaban prácticamente asfixiados con la situación económica, sus hijos ya no podían estudiar y no tenían derecho a la salud. Lo peor que les sucedió a esta familia es que el Gobierno de Nicolás Maduro les quitó su vivienda cuando se enteraron de que habían emigrado a Colombia, y les pusieron una denuncia por supuestamente “estafar al Estado” ante el Ministerio Público y el Ministerio de Interior y Justicia, para meterlos presos si algún día regresan a Venezuela.

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