El “papeleo” hace que los médicos venezolanos tarden más de un año en poder ejercer en España

El “papeleo” hace que los médicos venezolanos tarden más de un año en poder ejercer en España

El médico, que ha preferido preservar su identidad, posa de espaldas para IDEAL. / R. I.

 

“Va a ser un año perdido pero tengo la certeza de que voy a ejercer aquí”, asegura a IDEAL un profesional venezolano

El último informe de Demografía Médica en Andalucía, correspondiente al ejercicio de 2021 pero presentado este mismo año, revelaba que la comunidad autónoma acumula un déficit de 650 plazas médicos internos residentes (MIR).

Por Ideal

No es ningún secreto que tanto a nivel regional –y estatal– como provincial faltan profesionales para cubrir todas las vacantes disponibles. Es por ello por lo que los extranjeros no entienden los retrasos que acumula el Gobierno en la homologación de sus títulos. “Yo quiero y estoy en disponibilidad de ofrecer un servicio porque el estado español lo necesita, pero no entiendo que haya que esperar más de un año para poder convalidar nuestros estudios”, relató C.E.Q. a IDEAL, un médico venezolano residente en el Poniente almeriense que ha preferido mantenerse en el anonimato por las posibles consecuencias que puedan tener sus quejas.

El venezolano –médico-cirujano graduado por la Universidad de los Andes, oftalmólogo por el Centro Oftalmológico de Caracas del Hospital Francisco Antonio Rísquez, sexólogo por el Centro de Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela y profesor de Sexología en el Posgrado de Psiquiatría del Hospital Universitario Los Andes, en Mérida, Venezuela– llegó a tierras almerienses el pasado mes de febrero tras huir de su país por posicionarse a favor de Juan Guaidó y ahora se gana la vida cuidando de ancianos. “Hago lo que sea por tal de mantener a mi familia mientras que se solucione la homologación de mis títulos, pero es un año perdido porque trabajo 24 horas al día los siete días de la semana y no puedo, ni siquiera, seguir formándome. Conozco a otros médicos extranjeros que me han dicho que el proceso puede llegar a demorarse hasta dos años”, explicó.

Tal y como narró, unos años atrás se vio obligado a salir de su país a pie por la frontera con Brasil con su esposa y su hija por la persecución política. “Lo hice con la intención de evitar cosas que pasan con mucha frecuencia en Venezuela con los perseguidos políticos, que cuando se van solos el Gobierno les secuestra familiares para que se entreguen”, aseguró. “Allí, la representación diplomática del Gobierno interino de Juan Guaidó me puso como representante de la embajada en Boa Vista, una población fronteriza, donde estuve un año hasta que logré reunir el dinero para poderme montar un avión y venirme a Europa, donde íbamos a estar más seguros”, rememoró.

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