Cómo “Bella Ciao” se convirtió en la canción internacional de la resistencia en Ucrania e Irán

Cómo “Bella Ciao” se convirtió en la canción internacional de la resistencia en Ucrania e Irán

La combatiente que entona el ‘Bella Ciao’ ucraniano en los túneles de Azovstal antes y durante la guerra – Twitter

 

 

 

Dos hermanas —el rostro serio, una guitarra y el cabello descubierto en desafío al hiyab obligatorio— entonan una canción en farsi. “De tu garganta, a nuestras voces/ Bella ciao, bella ciao, bella ciao ciao ciao”. En TikTok otra jóven canta con sentimiento sobre las imágenes de miles de mujeres quitándose el velo. “Merecemos más que esto/ no nos arrodillamos a la tristeza/ Nuestros corazones no están distanciados”. Desde un balcón, una niña tararea: “Este es un nuevo comienzo/ en el mundo oscuro/ bella ciao, bella ciao ciao ciao”.

Por Infobae

Tres mil kilómetros más al norte, en una trinchera de Ucrania, dos combatientes entonan las mismas notas pero palabras diferentes: “Una mañana, al amanecer/ La tierra tembló y nuestra sangre de inmediato hirvió/ Cayeron cohetes del cielo, columnas de tanques llegaron/ Y rugió el viejo Dnipro”.

“Bella Ciao”, la célebre canción de la resistencia italiana contra el nazi fascismo, se convirtió en la banda sonora de las luchas por la libertad en Irán y Ucrania.

En Irán, la versión de las hermanas Behin y Samin Bolouri resuena en los smartphones de miles de jóvenes, himno de las protestas contra el régimen patriarcal-islamista de los ayatollahs que se desataron tras la muerte de Mahsa Amini: “O todos juntos o solos/ Estamos despiertos hasta mañana/ al final nuestras manos romperán la cadena de la opresión”.

En Ucrania, la versión de la cantautora Khrystina Soloviy, titulada “Furia ucraniana”, se volvió el canto de la resistencia frente a la invasión de Putin: “Nadie se lo imaginó, tampoco lo pensó/La verdadera furia ucraniana/ Matamos sin piedad, al maldito enemigo invasor/ Que vino a nuestra tierra”.

La popularidad de “Bella Ciao” como canto de resistencia tiene una larga historia. La canción, que significa “Adiós hermosa” y habla de morir por la libertad, fue cantada en Italia durante la Segunda Guerra Mundial y se convirtió en un símbolo de resistencia contra los fascistas. El tema adquirió carácter de himno popular a partir de los años 60, durante las protestas de trabajadores y estudiantes en Europa. En los últimos años fue cantada durante marchas en Turquía, en los actos pro-democracia en Hong Kong, durante los mítines de Occupy Wall Street en Nueva York, en las manifestaciones en Chile. Y ahora en Ucrania e Irán.

No obstante, su popularidad en contextos de luchas tan distintas no es fácil de explicar.

Algunas pistas las intenta dar Carlo Pestelli, cantautor y musicólogo, autor del libro “Bella Ciao: El canto de la libertad”.

“Técnicamente es una canción fácil y pegadiza y aunque no sepas italiano, memorizar palabras como ‘bella ciao’ y ‘libertad’ no es una tarea titánica”, explica a Infobae en una entrevista por email. “En segundo lugar, la canción tiene un corazón antiguo… “.

Pestelli explica que la difusión internacional de la canción, desde el punto de vista interpretativo y discográfico, se remonta a un famoso disco de Yves Montand de los años 60, aunque ya a finales de los años cuarenta, en pleno posguerra, se cantaba mucho en los campamentos de los pioneros en ciudades como Lyon y Praga.

“En los años 60, durante la inundación de noviembre de 1966 en Florencia, los jóvenes que acudieron de todo el mundo para ayudar cantaban principalmente Yellow submarine de los Beatles, que en ese momento lideraba las listas internacionales, y Bella ciao”, cuenta Pestelli.

Entonces, su popularidad afuera de Italia viene de lejos y los ejemplos son realmente numerosos, explica Pestelli. “¡El hecho es que la canta realmente todo el mundo!”, dice.

“No es de extrañar, entonces, que las mujeres iraníes, que reivindican la libertad de existir, entonen la canción que mejor evoca el concepto de libertad. Lo mismo ocurre con Ucrania: los ucranianos se sienten víctimas de Putin y su prepotencia y, por lo tanto, lo cantan traducida al ucraniano”, agrega.

Sin embargo, las versiones iraníes y ucranianas son bastante diferentes a la versión original, que deriva de una canción sobre el amor incumplido muy común en el siglo XIX en el norte de Italia llamada Fior di tomba (Flor de tumba).

“Me parece que las versiones iraní, y especialmente la ucraniana, contienen reivindicaciones claras, casi con las armas en la mano”, dice Pestelli. “En esto nos alejamos un poco de la versión italiana que no busca peleas y tiene que ver con temas mitológicos como el entierro bajo la sombra de una flor y sacrificarse no para matar al enemigo, sino por la libertad del propio suelo. … ¡Es muy diferente!”, observa.

Más allá de las diferencias, lo cierto es que la energía de la canción no deja de irradiar a todo el mundo.

“Hay muchas razones y no menos importante el gran éxito internacional de la Casa de papel”, dice Pestelli. “El profesor de la serie le hizo un gran favor a la canción”.

A esto hay que agregarle que, en los últimos años, donde haya alguna reivindicación de libertad, de cualquier tipo, habrá alguien que empezará a cantar Bella ciao.

“La energía se debe a que cuando la música funciona no tiene límites ni posibilidad de retroceso”, concluye Pestelli. “La Marsellesa y muchos otros himnos nacionales disfrutan de una energía atemporal bastante similar. Sin embargo, solo Bella ciao tiene esa fuerza incitadora dada por ese triple ‘ciao’ acompañado por palmas, que contribuye a hacerla única y, en última instancia, más joven y fresca que cualquier otra canción”.

 

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