Comerciantes y compradores en Mérida están a la expectativa ante la inestabilidad del dólar

Comerciantes y compradores en Mérida están a la expectativa ante la inestabilidad del dólar

 

Los comerciantes merideños ya no saben qué hacer: les obligan a vender los productos y servicios según la tasa oficial del Banco Central de Venezuela, pero cada día pierden más al abrir las tiendas por la inestabilidad del precio del dólar en el mercado paralelo.

Por Jesús Quintero





Expendedores de productos de primera necesidad como frutas, verduras, hortalizas y víveres señalaron que no pueden cerrar sus negocios, porque la mercancía se daña, deben seguir ofertando hasta que se acaben las existencias. Esto ocurre sobre todo en las pequeñas bodegas y fruterías que viven del día a día.

“Ayer compramos en el mercado, como se acostumbra semanalmente la mercancía para abastecer la frutería. Un precio al mayor que nos dieron la semana pasada varía, aunque nos dan tres días para pagar, la tasa de referencia es en divisa americana y está variando demasiado. En la bodega vendemos la mercancía al detal, y la gente paga en bolívares, cuando vamos a reponer el inventario, vale mucho menos, trabajamos a pérdida”, expresó Carlos Quintero, comerciante merideño.

Agregó que el comprador exige que le cobren a tasa del BCV, pero cuando el comerciante compra a los mayoristas, ellos exigen pago al dólar paralelo. “El que pierde es uno como comerciante e intermediario, y al ajustar los precios, también afecta al consumidor final”.

Entre tanto, aquellos comercios donde trabajan directamente con el cobro en divisa, no les afecta tanto. Tal es el caso de una empresa textil que aunque todos los productos que ofrece los vende en dólares, también perciben un incremento en el costo de la materia prima, lo que incide directamente en el precio de la prenda.

Muchos usuarios manifestaron la necesidad de cambiar sus bolívares a dólares para evitar que la devaluación termine de pulverizar el poco dinero que poseen. Sin embargo, señalaron que la venta de divisas en el mercado negro y en el mercado oficial se encuentra estancada. “Nadie quiere vender sus verdes”.

Funcionarios del Sundde se encuentran desplegados fiscalizando el cumplimiento de la normativa, y el cobro de bienes y servicios según la tasa diaria del Banco Central de Venezuela.

La incertidumbre crece y mientras tanto el poder adquisitivo de los merideños disminuye cada día más, mientras que los más golpeados por esta situación son los empleados de la administración pública que devengan salarios irrisorios que los mantienen en la miseria.