Con Zac Efron, Netflix cuenta la historia de un femicida que usaba su seducción para violar y matar

Con Zac Efron, Netflix cuenta la historia de un femicida que usaba su seducción para violar y matar

Cortesía

 

Un hombre con un brazo roto, atractivo y con carisma, le pide ayuda a una mujer para cargar unos libros en su coche. La joven decide asistirlo, acompañando al muchacho al vehículo. Un mes después encuentran el cuerpo de la chica en lago cercano.

Por: Clarín

No se trata de una historia de ficción, sino de un suceso real. Fueron muchas las víctimas de uno de los mayores y más conocidos asesinos de mujeres de Estados Unidos, su nombre es Ted Bundy.

Sus homicidios fueron tan populares en Estados Unidos y el mundo, que Netflix decidió narrar su historia en una película. El reconocido actor Zac Efron se puso en la piel de Bundy para representar su belleza, carisma y locura.

Sus primeros años de vida

Theodore Robert Cowell nació en Burlington, localidad estadounidense situada en Vermont, el 24 de noviembre de 1946. Fue hijo de Eleanor Louise Cowell y de padre desconocido.

Ted fue criado por sus abuelos y se le hizo creer tanto a él como al resto de la sociedad que su madre era en realidad su hermana. Su abuelo era violento y maltrataba a su abuela, y esto provocó que el joven crezca en un entorno duro.

En 1950 se mudó junto con su madre a Washington, la cual un año más tarde contrajo matrimonio con John Bundy. Theodore Cowell fue adoptado por éste y recibió su apellido: de esta manera pasó a llamarse Theodore Budny.

Ted Bundy empezó desde la infancia a manifestar una personalidad retraída e infantil, con poco contacto social. Asimismo, mostraba síntomas de un comportamiento cruel.

En su época universitaria fue estudiante de Psicología. Ted era muy metódico y aplicado, pero fue en el campus donde conoció a la persona que lo desestabilizó para toda la vida. Bundy se enamoró de Stephanie Brooks, cuya ruptura nunca llegó a superar.

Luego de su separación, estuvo un tiempo sin ir al campus. Tiempo después, regresó a la Universidad de Washington para matricularse en Derecho.

Su modus operandi

El 4 de enero de 1974 cometió su primer delito. Bundy se coló en la habitación de la estudiante Joni Lenz, de 18 años, para golpearla con una palanca metálica, y después la violó. La joven sobrevivió, pero el ataque le dejó con una lesión cerebral permanente.

Casi un mes más tarde, repitió su ‘modus operandi’ con una estudiante de Piscología del mismo campus, Lynda Ann. Aquella vez la asesinó, se llevó el cuerpo y lo custodió durante un año entero, hasta que la Policía encontró sus restos en una zona montañosa.

Este suceso dio inicio a una cadena de asesinatos en el que desaparecieron numerosas estudiantes: Carol Valenzuela, Nancy Wilcox, Susan Rancourt, Donna Mason, Laura Aimee, Brenda Ball, Georgann Hawkins, Melissa Smith o Caryn Campbell entre muchas otras.

Con el tiempo, y viendo que tenía facilidad para manipular debido a su carisma que resultaba atractivo para muchas chicas, fue agarrando confianza y empezó a buscar víctimas durante el día, siendo usual que simulara tener un brazo roto para pedir ayuda para llevar cosas a su coche.

Cuando Bundy llegaba a su Volkswagen con la víctima elegida, las golpeaba con una barra y las metía adentro del vehículo para llevarlas a un lugar alejado para poder violarlas y matarlas.

“Era buen mozo, exitoso, las mujeres lo encontraban muy atractivo, lo que explica que varias de sus víctimas se fueran con él hacia su auto sin conocerlo”, contó a la BBC Scott Bonn, criminólogo de la Universidad de Drew en Estados Unidos.

Siguiendo este mismo patrón, el asesino dejó víctimas a su paso por los estados de Utah, Oregón, Florida y Colorado. Buscaba jóvenes de 18 a 30 años. Se calcula que los crímenes se cometieron entre 1974 y 1978.

En 1975, la policía detuvo el coche de Bundy por una denuncia hecha de manera anónima. En el Volkswagen se encontraron elementos como palancas, esposas y cinta, todas cosas con la que inmovilizaba a sus víctimas. Debido a la evidencia recogida, Ted Bundy fue detenido inmediatamente.

En 1976 se inició el primero de los juicios a los que fue sometido. Sin embargo, el análisis del coche en que fue detenido permitió que se hallaran evidencia de la desaparición y asesinato de Melissa Smith y Caryn Campbel.

Las claras pruebas recogidas por las autoridades llevaron a Ted a un segundo juicio, ya con cargos de asesinato. Bundy decidió representarse a sí mismo como abogado, motivo por el que se le permitió visitar la biblioteca. Debido a esto, aprovechó la situación para escapar aunque fue atrapado seis días después.

Sin embargo, unos meses más tarde volvió a escaparse. Consiguió huir a Chicago y con una identidad falsa volvió a matar. En esta ocasión a Kimberly Leach, una niña de 12 años.

Finalmente fue detenido en Florida, después de que la matrícula de su coche fuera reconocida por las autoridades locales. Tras ser atrapado por segunda vez, fue juzgado en junio de 1979 por asesinato y sentenciado a pena de muerte.

A pesar de ser sentenciado a muerte, la ejecución de Ted tardó un tiempo en concretarse. Los dotes de Budny como abogado fueron fundamentales para postergar la pena.

En un intento desesperado por seguir con vida, Budny confesó haber sido el autor de 34 femicidios. Finalmente fue ejecutado en la silla eléctrica el 24 de enero de 1989, en el condado Bradford, Florida.

Qué se cuenta en Netflix

La historia de Ted Budny fue tan atrapante para los productores de Netfilx que decidieron hacer la película “Durmiendo con el asesino”. El director, Joe Berlinger, dirigió el film protagonizada por Zac Efron.

La película da voz a múltiples personas directamente conectadas con Bundy, desde amistades de infancia hasta fiscales, abogados defensores, detectives y una mujer que logró escapar y sobrevivir a uno de sus ataques.

Netflix, en un gesto que fue visto como una estrategia publicitaria, publicó un mensaje en Twitter para advertir sobre el peligro de dejarse seducir por Ted Bundy.

“He visto que se está hablando mucho de lo atractivo que era Ted Bundy y me gustaría recordarles a todos que hay literalmente MILES de hombres atractivos ahí fuera, y casi ninguno es un asesino en serie condenado”.

Exit mobile version