¡Solo en Venezuela! Tienen la desalinizadora más grande de América Latina y siguen tomando agua de pozo

¡Solo en Venezuela! Tienen la desalinizadora más grande de América Latina y siguen tomando agua de pozo

 

Al menos tres meses sin recibir agua por tubería llevan los habitantes del sector Los Conuquitos, en la Península de Macanao, isla de Margarita.

Dexcy Guédez La Patilla

Lo más irónico es que en ese caserío fue inaugurada una de las plantas desalinizadoras de América Latina, el 11 de agosto de 2017 y en cadena nacional. Al momento de su puesta en funcionamiento, la planta tenía una capacidad de procesar 110 litros de agua por segundo y almacenar unos dos millones de litros.

Momento de la inauguración de la planta desalinizadora

Con eso vendrían a calmar la sed de más de 90.000 habitantes de Península de Macanao y de los municipios cercanos.


En la planta de San Francisco de Macanao fueron invertidos 46 millones de dólares mediante convenio China-Venezuela y lamentablemente hoy solamente tiene 20% de operatividad.

Jazmín Rivas, habitante del sector, denunció que la última vez que les llegó agua por las tuberías, hace más de tres meses.

“Soy docente y tengo 12 años viviendo en esta comunidad. Tenía esperanzas que con esta obra cambiara la vida de los que vivimos en esta zona pero no fue así”, expresó. Lamentó tener que presenciar como diariamente salen camiones cisternas de esa planta, pero ninguno llega al pueblo.

“Nosotros mismos hemos observado que pasan por aquí y vienen a venderla en 40 y 50 dólares. Pero a nosotros no nos dan. Ni siquiera nos asignan un camión de agua de allí para repartir. Es más, al mismo alcalde le han cerrado las puertas por ser de oposición”, acotó.

Aseveró que tanto ella como sus vecinos deben buscar agua en un pozo, donde el recurso hídrico no es apto para consumo humano.  Aryu García, otra moradora del apartado caserío dijo que debe ir cada tres días a lavar a orillas de una laguna para que sus niños puedan ir a la escuela.

Por su parte, Elvira Narváez, afirmó que a diario camina dos kilómetros en busca de agua, ya que su única salvación es el pozo. “No tenemos agua, ni siquiera para beber y a lo mejor un día de estos nos tocará beber agua de pozo. Lo que queremos es un poco de agua que nos traigan, miren un poco de niños se han enfermado del cuerpo por esa agua de pozo”, apuntó.

Coincidieron en que las lluvias que se han registrado recientemente en Margarita, les ayudó a recolectar agua en todo tipo de envases para bañarse, asear los baños y lavar algunas ropas.

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