Un niño indefenso fue asesinado por su madre y su novio después de sufrir un “catálogo de lesiones muy significativas” en las semanas previas a su muerte, escuchó un tribunal en Reino Unido.
Por Daily Mail
Traducción libre del inglés por lapatilla.com
Kyrell Matthews, de dos años, sufrió 41 fracturas en sus costillas, hemorragia interna significativa y hematomas supuestamente causados por “apretones o golpes muy fuertes” cuando murió, dicen los fiscales.
La madre del niño, Phylesia Shirley, y su entonces novio, Kemar Brown, niegan haber asesinado a Kyrell en la casa de Shirley en Thornton Heath, al sur de Londres , el 20 de octubre de 2019.
Shirley y Brown habían estado en una relación durante aproximadamente un año cuando murió Kyrell, un mes después de su segundo cumpleaños.
Kyrell no asistía a la guardería y estaba bajo el cuidado de tiempo completo de su madre, que entonces tenía 21 años, sin embargo, Brown pasó casi todo su tiempo en el departamento de una habitación de Shirley y regularmente se quedaba a dormir, se le dijo al jurado.
Ninguno de los acusados estuvo empleado en el período previo a la muerte de Kyrell, escuchó el tribunal.
El fiscal Edward Brown dijo hoy a los miembros del jurado en Old Bailey: “Por lo tanto, juntos tuvieron un cuidado constante del niño”.
Inmediatamente se entiende la relevancia de ese tema.
“Lo que escuchará en la evidencia equivale a nada menos que un patrón determinado de agresiones repetidas y significativas contra un niño completamente indefenso y de corta edad. Y no le sorprenderá que el efecto de estas heridas haya sido un dolor real, no solo al infligirlas, por supuesto, sino también dolor e incomodidad después de cada episodio violento”, comentó el fiscal.
Por su parte, Brown dijo que es probable que Kyrell haya estado sufriendo lesiones durante las “semanas previas a su muerte”.
Le dijo al jurado: “Además de las cinco costillas rotas que probablemente se le infligieron cuando resultó tan gravemente herido que las lesiones lo mataron, se descubrió que tenía un total de 36 fracturas de costillas más que se habían causado en los días y semanas anteriores a su muerte.
Shirley, de 24 años, y Brown, de 28, de direcciones separadas en Thornton Heath, niegan el asesinato.
Brown también niega dos cargos más; causar o permitir la muerte, y causar o permitir un daño físico grave a un niño.
Shirley ha admitido permitir la muerte y daños físicos graves a su hijo.