Diana Zhang: Ahora es el momento para que EE. UU. adopte una postura más fuerte contra el PCCh

Diana Zhang: Ahora es el momento para que EE. UU. adopte una postura más fuerte contra el PCCh

 

Espero que el presidente Donald Trump y Melania se recuperen rápidamente del virus del PCCh. Su contagio es un recordatorio para todos nosotros.





El hecho de que hayan contraído esta enfermedad que el Partido Comunista Chino (PCCh) permitió que se extendiera por todo el mundo, resalta lo cerca que está la amenaza del PCCh de sacarle el corazón a nuestra nación.

La administración Trump ya ha tomado un nivel de acción sin precedentes contra el PCCh, pero eso aún está en el nivel de despertar frente a la amenaza y defender a nuestro país de mayores daños. Todavía sigue habiendo una falta de comprensión de que esta es una lucha de vida o muerte para salvar a la humanidad.

Durante los 71 años de su gobierno, el PCCh siempre ha visto a Estados Unidos como su enemigo número uno. Para el régimen de Beijing, la misma idea de libertad es una amenaza existencial. Debido a esto, ha construido su economía y sus políticas con el objetivo de vencer a Estados Unidos, a toda costa, sin límite en los métodos utilizados.

Durante los años 50, el PCCh tenía un movimiento llamado “El Gran Salto Adelante”. Su verdadero objetivo era intentar ponerse al día con Estados Unidos en diez años. Eso resultó en una gran hambruna que costó al menos 30 millones de vidas.

Este desastre, sin embargo, nunca cambió la determinación del PCCh de competir y vencer a Estados Unidos. El PCCh reclutó a científicos chinos formados en Estados Unidos para desarrollar armas nucleares. En las últimas décadas, a pesar de las enormes inversiones de Estados Unidos y la gran transferencia de riqueza y tecnología, el objetivo del PCCh no ha cambiado: derrotar a Estados Unidos.

El PCCh sabe desde hace mucho tiempo que un Estados Unidos fuerte finalmente resultará en el fin del PCCh. La esencia de la ideología comunista es en contra de la humanidad, y el ejemplo de los fundamentos de Estados Unidos y la idea de la libertad llevarían a su desaparición.

Es por eso que cualquier compromiso con el PCCh, cualquier negociación, cualquier acuerdo comercial u otro tipo de acuerdos con el régimen comunista chino fracasará. No se puede confiar en el diablo, por así decirlo, ni debes reconocerlo como una entidad normal.

Estados Unidos es fuerte porque somos bendecidos. Somos bendecidos porque se nos ha otorgado una gran responsabilidad. Estamos en un momento histórico en el que o cedemos ante los comunistas y dejamos que este cáncer del comunismo se apodere del mundo y que la libertad y la decencia moral mueran, o luchamos contra los comunistas y salvamos al mundo.

Una cosa es clara, el pueblo chino está listo para un país sin comunismo. Desde que The Epoch Times publicó la serie “Los nueve comentarios sobre el Partido Comunista Chino” en 2004, cientos de millones de chinos se han sentido inspirados a renunciar al PCCh y a sus afiliados. El pueblo chino estará por siempre agradecido si Estados Unidos termina pronto con el PCCh.

Si bien la administración Trump ha adoptado una postura firme contra la infiltración china, aún no está claro que poner fin al PCCh sea el objetivo número uno. Casi todos los problemas que tenemos interna o internacionalmente son causados ??por el PCCh. No mucha gente se da cuenta de que el PCCh es realmente una amenaza para la vida— incluso más cruel y astuta de lo que jamás fue la Unión Soviética.

Trump tiene la oportunidad de convertirse para China, lo que el presidente Reagan fue para la Unión Soviética. Ningún otro país tiene el poder de acabar con el Partido Comunista Chino. E incluso internamente en China, es poco probable que las crisis que suceden actualmente pongan fin al régimen. La estrategia del PCCh es utilizar el estado de crisis para reforzar su control sobre la nación replicando las purgas y políticas de Mao Zedong, y con su llave de estrangulamiento inquebrantable sobre China, para salir del estado de crisis.

La administración Trump y muchos países del mundo han adoptado posturas más fuertes contra el PCCh, pero estas buscan poner fin a sus prácticas injustas y proteger los intereses de cada país respectivo. Si bien estos son golpes duros para el Partido Comunista, no son lo suficientemente fuertes como para derrocarlo y, en el esquema general, estas acciones actúan simplemente como un inconveniente en las propias estrategias del régimen, que funcionan en programas implementados desde hace décadas.

El impacto de la guerra comercial y otras políticas son, en última instancia, solo como un obstáculo en el largo camino del régimen hacia el logro de su objetivo de superar a Estados Unidos. Cualquier política que no acabe con el PCCh resultará en una solución a corto plazo para un problema a largo plazo, y simplemente pospondrá la crisis que ahora enfrenta el mundo para las generaciones futuras, en un momento en que el PCCh puede no estar en un estado debilitado, como lo está ahora.

La política de los Estados Unidos sobre China debería ser el reconocer que el Partido Comunista Chino es un régimen totalitario y asesino con las manos manchadas con la sangre de decenas de millones de chinos. Es un régimen que comete todas las atrocidades a las que el mundo libre siempre ha dicho que se opone. Y su objetivo declarado públicamente es exportar este estilo de gobierno a todos los rincones del mundo.

Señor Trump, derribe a este régimen y asegure el futuro de la libertad no solo para Estados Unidos, y no solo para el mundo libre, sino también para el pueblo chino.


Diana Zhang, Ph.D., es redactora con 20 años de experiencia en el estudio de China. Con sede en los Estados Unidos, Zhang usa un seudónimo para proteger a los miembros de su familia en China.

Este artículo se publicó originalmente en La Gran Época el 2 de octubre de 2020