El presidente Donald Trump amenaza nuevamente con enviar agentes federales a la ciudad de Nueva York si las autoridades locales no detienen una oleada de violencia que ha dejado al menos cuatro personas muertas y más de 50 personas heridas de bala desde el viernes.
Por Telemundo 47
Trump, quien se postula para la reelección en una agenda de ley y orden como contrapeso al movimiento de reforma de la policía y la justicia penal, reaccionó a la noticia del caos en su ciudad natal el domingo por la noche en Twitter.
“Ley y orden”, escribió Trump, dirigiendo su mensaje al alcalde demócrata de la ciudad, Bill de Blasio. “¡Si (él) no puede hacerlo, lo haremos!”
De Blasio ha refutado sistemáticamente y en términos inequívocos la necesidad de asistencia presidencial para combatir el aumento de la violencia. El lunes, descartó el tuit de Trump como “fanfarronería” y dijo a los periodistas que un reciente aumento en los arrestos por armas de fuego era una señal esperanzadora de que el Departamento de Policía de Nueva York “cambiará el rumbo”. El alcalde ha culpado a la crisis del coronavirus en parte por crear una “tormenta perfecta”. También dice que la ciudad de Nueva York y el NYPD pueden manejar el aumento violento sin ayuda alimentaria.
El gobernador Andrew Cuomo también dice que cree que la ciudad de Nueva York tiene la mano de obra para manejar el aumento de la violencia armada; anteriormente dijo que había hablado con Trump y le había dicho directamente al presidente que no era necesaria una afluencia de agentes federales.
Pero la violencia continúa sin cesar. Según la policía, 51 personas recibieron disparos de viernes a domingo, de las cuales al menos cuatro murieron a causa de sus heridas. Otro hombre murió después de un altercado físico, dijo la policía. Ocho personas recibieron disparos y cinco personas murieron en el mismo lapso el año pasado.
En las últimas cuatro semanas, los incidentes con disparos en la ciudad aumentaron casi el triple en comparación con el mismo período del año pasado, continuando un patrón visto desde principios de junio cuando el bloqueo del coronavirus de la ciudad comenzó a disminuir y el NYPD cambió sus tácticas contra el crimen.
Trump ha utilizado picos violentos en ciudades lideradas por los demócratas como Nueva York, Chicago y Filadelfia para justificar las afirmaciones de que las recientes reformas y recortes a los presupuestos de la policía han esposado a los oficiales y permitido que los delincuentes se vuelvan locos. Su campaña de reelección ha estado transmitiendo anuncios de televisión ridículos que sugieren que nadie estará allí para responder a las llamadas al 911 si su rival demócrata, el exvicepresidente Joe Biden, es elegido presidente.
“Lo único podrido es la mente de Trump”, tuiteó Neidhardt en respuesta.
Trump, un republicano que creció en Queens y construyó su torre homónima en la elegante Quinta Avenida de Manhattan, se echó atrás una amenaza el mes pasado de enviar agentes federales a la ciudad de Nueva York para lidiar con los manifestantes y el aumento de la violencia, como lo hizo en Portland, Oregón. De Blasio había dicho que la ciudad emprendería acciones legales para detener tal movimiento.
La enfática lealtad de Trump a los hombres y mujeres de azul: “¡Amamos a nuestra policía!” ha gritado en los mítines, y su aversión a algunas de las muchas reformas promulgadas en los Estados Unidos después del asesinato de George Floyd por la policía de Minneapolis en mayo se ha traducido en un mayor apoyo de la comunidad policial.
El viernes, Trump recibió el respaldo del sindicato policial más grande de la ciudad de Nueva York, Police Benevolent Association. En una ceremonia con los líderes del sindicato en su campo de golf de Nueva Jersey, Trump dijo que los cambios recientes en las leyes estatales y municipales que rigen la conducta y la responsabilidad de los oficiales “les han quitado totalmente el incentivo”.
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