Bajo el lema “Keep America Great”, o mantengamos a EEUU grande, miles de floridanos acuden a Sunrise, al norte de Miami, para escuchar hablar al presidente Donald Trump, en un acto que tiene lugar esta noche en el BB&T Center.
Un inmenso letrero anuncia la visita del Presidente, muy cerca del auditorio, con capacidad para más de 20.000 personas, cuando cientos de ellos ya acampaban en las inmediaciones del lugar.
¡Trump!, ¡Trump!, ¡Trump!” corea un grupo de seguidores, que comienzan a llegar de Fort Lauderdale, Miami y otras ciudades aledañas.
Carmen vive en Miami y aunque le hubiera gustado ver al Presidente hablar en su ciudad, comprende que las cosas no siempre pueden ser como ella quiere.
“Éste es el décimo mitin que vengo y no me canso de oírlo y aplaudirlo”, señaló la seguidora, que viste camiseta con la imagen del mandatario y gorra roja con la consigna de volver a hacer grande al país.
El mitin está previsto para las 7:00 p.m. pero por varias horas se notó la presencia de quienes prefirieron acampar durante la madrugada, para ser los primeros y estar lo más cerca posible del Presidente.
“Tenemos que demostrar que tanto Broward como Miami y Palm Beach quieren a Trump”, añadió la seguidora, que se considera “súper fan” del mandatario.
Carmen se refiere a tres condados claves, que tradicionalmente votan demócrata y representan más del 32% del electorado en el estado.
En las elecciones de 2016 los tres condados votaron por Hillary Clinton frente a Donald Trump, pero no fue suficiente para darle la victoria a la exsecretaria de Estado.
“La Florida votará por él, no tengo duda. Esta vez va a ganar en el sur de Florida”, subrayó la seguidora.
Sobre el juicio de destitución, que continúa estos días en el Congreso de la nación, Carmen aseguró no prestarle atención.
“Todos son mentiras. Todos están contra él. Le tienen envidia y lo odian”, recalcó.
Mentiras, envidia u odio, lo cierto es que el país no desatiende el proceso judicial que evalúa la conducta del Presidente por un supuesto caso de abuso de poder, a partir de la denuncia de un agente de Seguridad de que Trump y otros altos funcionarios habrían presionado a líderes de Ucrania para que investigaran al exvicepresidente de Estados Unidos y precandidato presidencial demócrata Joe Biden y a su hijo Hunter Biden en relación con unas actividades empresariales de este último.