Miguel Méndez Rodulfo: Plan País Infraestructura II

Miguel Méndez Rodulfo: Plan País Infraestructura II

Por un problema de enfoque erróneo, las propuestas de Plan País- Infraestructura, se ubicaron en el mediano plazo, en el período que corresponde al escenario de aplicación de las Políticas Públicas, una vez estabilizados los sectores mediante los programas que se adelantarían en la Transición. Con lo cual se obvió el escenario de reconstrucción en el corto plazo que implica el período estratégico de la Transición. Por lo que no se consideró que antes de andar hay que gatear.

La ciudad no se abordó en su conjunto y muchos menos en su ámbito territorial, tampoco en las relaciones entre ambos elementos, por ello el trabajo se asumió, no de una manera integradora, sino como una colcha de retazos. Entendemos que trabajar con un equipo que ya tiene sus liderazgos, posturas y egos, es sumamente complicado; pero de eso se trataba el reto. Había que discutir ideas, desmenuzarlas, negociar y llegar a consensos. Tal parece que eso no se logró, por lo que en su lugar el acuerdo se plasmó en la expresión ambigua “Ciudad Territorio”, que no constituyó un marco de referencia que guiara la acción, por lo que entonces se permitió que cada subgrupo aportara a partir de su realidad y desde esa perspectiva sesgada se formularan las propuestas.





No se tocó el tema propiamente de las ciudades en cuanto a sus ventajas y desventajas. Ni los serios problemas que las aquejan y la consecuente solución de ellos. Tampoco se tocaron aspectos clave como las trabas que presenta la legislación para conformar Distritos Metropolitanos, ni la ausencia de una institucionalidad nacional específica para planificar el desarrollo de las metrópolis, ni la necesidad de estimular el crecimiento y cuidar el progreso de las urbes y su entorno, ni la estrategia a seguir para articular el sistema de ciudades, ni la táctica con respecto a las ciudades intermedias, ni los problemas acuciantes de los barrios, ni la integración de estos a la ciudad formal, ni la conveniencia de acometer renovaciones urbanas en sectores de la ciudad, ni los temas de gentrificación, cultura ciudadana, metodología BIM, competitividad, habitabilidad, sostenibilidad, etc., etc. No se explicó cómo hacer ciudades abiertas, inclusivas, verdes, inteligentes, etc.

Por ninguna parte se mencionó como abordar en la Transición los múltiples problemas que tienen las ciudades y con qué prioridad se acometerían, dependiendo de las especificidades de las urbes, aunque hay muchos problemas comunes. ¿Por dónde comenzar? Aunque esta crucial estrategia se obvió, implícitamente hubo un sesgo hacia lo puntual, hacia los espacios públicos y los equipamientos urbanos. Ello se infiere por el protagonismo y el énfasis que se le dio a ambos aspectos, pero también hacia la vivienda; de manera que pensamos que ello se asumió como sucedáneo de la transición, quizá porque lo ven como una forma fácil de entrarle a la ciudad. El tema es que esa estrategia no aborda lo urgente y lo importante, que es el propósito de la Transición, y cuya prioridad debía ser la restitución de los servicios públicos, seguido de la habilitación de los barrios, luego los equipamientos, después los espacios públicos, etc.

Por otra parte, se hizo mucho énfasis en los ODS y en las mega regiones, cuando esto corresponde al escenario de largo plazo o de Visión País. De allí el enredo con el enfoque y el desfase con los tiempos. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, son unas guías importantísimas a seguir, para ir poco a poco alcanzando esas metas hasta llegar a 2030; sin embargo nadie cree que el hambre cero, o la eliminación de la pobreza, se podrá lograr en el corto plazo. Luego, los ODS tienen poca efectividad durante la Transición. Las mega regiones por su parte, no existen ahora. Son una aspiración y para lograr eso hay que planificar y trabajar mucho, durante décadas. Ninguna ciudad del país tiene un alcance nacional (Caracas lo tiene porque es asiento de los Poderes Públicos, pero no por su dinamismo económico); de manera que “criar” a las ciudades que tienen condiciones de conurbarse, para luego llegar a constituirse en una mega región, debe ser una propuesta de visión país en el largo plazo, no de la Transición.

Miguel Méndez Rodulfo