Catalanes que rechazan la independencia superan a partidarios por primera vez desde 2017

Catalanes que rechazan la independencia superan a partidarios por primera vez desde 2017

Foto de archivo. Protestantes catalanes por la independencia se manifiestan en Barcelona, España. 21 de febrero de 2019. REUTERS/Goran Tomasevic.

 

 

Los separatistas están perdiendo apoyos en Cataluña y ya hay en la región más personas que se oponen a la independencia de España que partidarios por primera vez desde que se celebró el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, según un sondeo publicado el viernes.

La encuesta, realizada por el Centro de Estudios de Opinión (CEO) del gobierno catalán, se realizó entre el 30 de abril y el 6 de mayo.

En las pasadas elecciones generales del 28 de abril, la independencia de Cataluña y las consecuencias de la crisis política provocada por la consulta ilegal fueron temas centrales de la campaña de todos los partidos principales.

Doce líderes catalanes fueron arrestados después de la consulta y permanecen en prisión acusados de sedición.

La encuesta mostró que el 48,6% de los catalanes están en contra de la independencia, mientras que el 47,2% apoyan la separación de España. El margen de error es de 3,1 puntos porcentuales.

Aunque la cuestión independentista ha dividido tanto a Cataluña como a España, todas las encuestas desde junio de 2017 mostraban un apoyo mayoritario a la independencia.

No obstante, esta realidad no se refleja en la misma medida en las elecciones generales, ya que el pasado 28 de abril los partidos independentistas obtuvieron menos del 40% de los votos en la región.

El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, ha descartado cualquier repetición del referéndum de independencia, pero ha dicho que está abierto al diálogo con los separatistas y puede que incluso necesite su apoyo para poder gobernar.

Cataluña produce alrededor de una quinta parte del PIB de España, aunque el auge de la independencia ha provocado que miles de empresas reubiquen sus oficinas centrales en otros lugares.

Reuters

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