Alfredo Maldonado: Lo que realmente está apoyando Estados Unidos

Alfredo Maldonado: Lo que realmente está apoyando Estados Unidos

David Smolansky es un dirigente del grupo joven que saltó al escenario político en los últimos años, residente –hoy exiliado- en el Municipio El Hatillo del cual además fue Alcalde –normalito por falta de presupuesto, pienso yo como vecino, pero agradable y movido- y fue el único, aparte de obviamente Juan Guaidó, que el Presidente Trump mencionó ampliamente en su muy bien calculado y escenificado discurso en Miami días atrás. La mención emocionante y la destacada gentileza con la madre de Oscar Pérez, fue un mensaje diferente.

Smolansky es parte de ese explosivo grupo opositor de relevo que la equivocación política de Hugo Chávez de sacar del aire a RCTV, echó a la calle, a la protesta y la presencia crecientes. Fue una oleada de jóvenes dirigentes que desde entonces han estado siendo los verdaderos protagonistas políticos, ante la ciudadanía, de la oposición al régimen chavista, ahora torpemente madurista.

Es por allí por donde va el verdadero apoyo estadounidense, sin silenciar aunque sí dejando de lado a los todavía activos, pero ya en segundo plano en el interés y la fe populares, líderes de los partidos políticos opositores en la Asamblea Nacional. No se trata de un cambio de mando, es un relevo de brazos llevando la antorcha. En Venezuela hay una tradición de juventudes que se rebelaron para establecer cambios importantes en el país, cuyos ejemplos más conocidos son la famosa “generación del ‘28”, que le agitó los ánimos y el ambiente al tirano Juan Vicente Gómez y aquella Venezuela que llevaba más de 20 años en silencio, la muy mencionada “juventud militar” que acabó con la Venezuela postgomecista y años más tarde con el propio Marcos Pérez Jiménez, juventud militar que cuarenta años después se rebeló, equivocada e incompetente, contra Carlos Andrés Pérez. Eran nuevos tiempos, militares diferentes. Un país en decadencia, que hasta las consecuencias de las elecciones que dieron llave libre a Chávez para hacer sus cambios con la brújula perversa de Fidel Castro, dejó de lado penduleando entre el horror de Vargas –rápidamente encapsulado y olvidado, y mal arreglado, y el entusiasmo pueril por “el comandante”.





Cuando siete años después Chávez, con su régimen de ideología distorsionada por el castrismo, cerró a RCTV, la juventud volvió a estallar. Una juventud intensamente civil y predominantemente universitaria, juventud de nuevo cuño que no había vivido a plenitud la democracia de AD y Copei, la que habían fundado grupos de jóvenes socialistas democráticos y católicos bajo los liderazgos de Rómulo Betancourt y Rafael Caldera principalmente. Habían nacido en su decadencia y crecido percibiendo las falsedades y errores del sociochavismo que derivaba a ojos vista hacia un comunismo a la barinesa y militarizado.

Fue como parte de esa juventud nacida en dictadura socialista y formada en democracia liberal, que salieron a la calle Juan Guaidó, David Smolansky, Gaby Arellano y muchos otros. Una juventud que a diferencia de lo tradicional en la política venezolana no está dirigida principalmente por abogados, y que al contrario del castromadurismo militarizado, es en general profesional universitaria.

Este viernes, mientras en Caracas el régimen se envolvía en falsedades, como la ayuda humanitaria rusa desmentida por el Kremlin, en la frontera con Colombia un joven Juan Guaidó cruzó al trote ligero y sonriente uno de los varios puentes entre ambos países y llegó entre chistes y alegría a Colombia a unirse a tres presidentes latinoamericanos y el Secretario General de la OEA, envuelto en una brillante aureola de popularidad y astucia política, y ratificó que, de verdad, Venezuela cambió, que la juventud capacitada está al frente y liderada por un ingeniero.

Es esa Venezuela rejuvenecida, universitaria, actualizada, la que está tomando en sus manos al país destrozado por el incompetente y ruinoso comunismo castromadurista para emprender un rumbo que, Dios mediante y tal como asoman las cosas, está naciendo en las fronteras después de haber sido parida en las calles del país. La nación que están procurando Estados Unidos, lo más importante de Europa y hasta Japón. La que, con su legendaria y ancestral paciencia, esperan los chinos y preocupa a Vladimir Putin. Es que a todo dictador le son incomprensibles la democracia y la innovación.