El Soyuz se acopla con éxito a la ISS en primer vuelo tripulado tras accidente

El Soyuz se acopla con éxito a la ISS en primer vuelo tripulado tras accidente

La nave espacial rusa Soyuz MS-11 que lleva a los miembros de la Estación de la Estación Espacial Internacional (ISS) 58/59, el cosmonauta ruso Oleg Kononenko, la astronauta de la NASA Anne McClain y David Saint-Jacques de la Agencia Espacial Canadiense, despega a la ISS desde el lanzamiento cojín en el cosmódromo de Baikonur arrendado por Rusia el 3 de diciembre de 2018. (Foto por Kirill KUDRYAVTSEV / AFP)

 

La cápsula Soyuz MS-11, con tres astronautas a bordo, se acopló “con éxito” a la Estación Espacial Internacional (ISS), en la primera misión tripulada desde el fallido lanzamiento de octubre, reseña EFE.

El ruso Oleg Kononenko, la estadounidense Anne McClain y el canadiense David Saint-Jacques habían despegado horas antes a bordo de la nave desde la base de Baikonur, Kazajistán.

El acoplamiento tuvo lugar a las 17H36 GMT para iniciar una misión de seis meses y medio en órbita alrededor de la Tierra, anunció la agencia espacial rusa Roskosmos en Twitter.

El despegue de este lunes era muy esperado, ya que se trata del primero que se produce tras el fracasado intento del 11 de octubre.

“¡La expedición 58 se encuentra en órbita! Muestro mi reconocimiento al director general [de Roskosmos] Dimitri Rogozin y a todos los equipos de la NASA y de Roskosmos por sus esfuerzos para lograr que este vuelo resulte un éxito”, afirmó en Twitter Jim Bridenstine, el administrador general de la NASA, tras el anuncio del lanzamiento.

– “Confianza” –

Los astronautas Kononenko, McClain y Saint-Jacques se mostraron sonrientes durante su entrada a la cápsula del Soyuz, justo antes del lanzamiento, según las imágenes de NASA TV.

Los tres astronautas habían asegurado el domingo que estaban “preparados” y tenían “confianza” en el éxito del despegue. “El riesgo forma parte de nuestro oficio”, afirmó el comandante Kononenko, de 54 años, que lleva tres vuelos espaciales a sus espaldas.

El canadiense David Saint-Jacques, que estaba especialmente contento, envió besos al público que vino a saludarlos antes del lanzamiento.

El pasado 11 de octubre, el lanzamiento del cohete Soyuz, que tenía que llevar a dos astronautas a la ISS, resultó un fracaso. Dos minutos después del despegue, uno de los propulsores de la primera etapa del cohete se despegó y golpeó la segunda etapa, compuesta esencialmente de carburante.

Este fallo provocó la eyección automática de la parte donde se hallaba la cápsula con los dos hombres, que pudieron volver sanos y salvos a tierra. Pero este accidente, el primero en la Rusia postsoviética, cuestionó el programa Soyuz.

Inicialmente previsto para el 20 de diciembre, el lanzamiento espacial fue adelantado a este lunes para garantizar una presencia permanente de astronautas en el ISS, dado que el actual equipo debe volver a la Tierra el 20 de diciembre.

Tras su llegada a la Estación Espacial, los astronautas afrontarán varias misiones, por ejemplo, hacer una exploración del agujero descubierto en agosto en una de las naves Soyuz amarradas a la ISS.

También participarán en un estudio sobre gusanos minúsculos para examinar la pérdida de la musculatura que afecta a los astronautas en el espacio.

Para llevar a cabo este experimento, ideado por científicos de la agencia espacial británica, unos 360.000 “caenorhabditis elegans”, unos pequeños gusanos transparentes de un milímetro de tamaño, serán transportados hasta la ISS. Este estudio tiene como objetivo permitir una mejor comprensión de la atrofia que sufren los músculos con el envejecimiento.

– Un sistema “muy seguro” –

David Saint-Jacques defendió que el cohete espacial es “muy seguro”.

Tras el fallido lanzamiento de octubre, los astronautas “volvieron a la Tierra sanos y salvos. En cierta forma, este episodio me tranquiliza respecto a la inteligencia del Soyuz y el trabajo increíble del equipo de investigación aquí en la Tierra”, explicó Saint-Jacques, de 48 años.

Unas semanas después del accidente, la comisión de investigación concluyó que hubo una “deformación” de un sensor durante el ensamblaje del cohete Soyuz en Baikonur.

El fracaso en este lanzamiento reflejó las dificultades de la industria espacial rusa. La construcción del nuevo cosmódromo de Vostoshny estuvo marcada por numerosos casos de corrupción y el tribunal de cuentas ruso acusó a finales de noviembre a Roskosmos por la desaparición de varios centenares de miles de millones de rublos “robados”.

El programa ruso Soyuz es la única manera de llegar hasta la ISS, después de que Estados Unidos se retirara de la carrera espacial en 2011.

La ISS orbita alrededor de la Tierra a 28.000 kilómetros por hora desde 1998.

 

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