Carta a un psiquiatra, por Walter Boza

Carta a un psiquiatra, por Walter Boza

Quien suscribe es como usted, médico psiquiatra, con 50 años graduado. Practiqué con pasión la docencia en la Universidad Central de Venezuela, en las facultades de Medicina, Humanidades y Escuela de Psicología. He sido y sigo siendo un luchador por la democracia, libertad, por  un mundo justo y humano.

Conocí a su padre en mi época de dirigente estudiantil universitario, fui delegado estudiantil ante el Consejo de la Facultad de Medicina. Sostuvimos encuentros donde debatíamos con entusiasmo, temas políticos e ideológicos. Pocas veces logramos acuerdos, para el momento éramos críticos del llamado “socialismo real”, el modelo soviético asumido por los cubanos. Divergencias ideológicas que culminaron en la creación del Movimiento al Socialismo (MAS) inspirado en el libro de Teodoro Petkoff, “Checoeslovaquia, el Socialismo como Problema”. Participé como miembro fundador, mientras su padre eligió el camino de la lucha armada y violenta. Nos distanciamos, esa cuestionable vía nos alejó, pero su participación en el secuestro del industrial norteamericano William Niehous, lo hizo para siempre.

En 1968 estuve en Paris cuando Francia y Europa se estremecieron con protestas estudiantiles, fenómeno histórico conocido como el “Mayo Francés”. Pude apreciar in situ luchas y sueños de jóvenes que proponían transformar el modelo educativo francés y a la sociedad entera, pero al mismo tiempo rechazaban el modelo soviético comunista, por ser una ruta de represión y esclavitud de los pueblos. Alcancé la experiencia de vivir la invasión soviética a Checoeslovaquia, que terminó de convencerme de la gran estafa histórica que fue el llamado “socialismo real”.





Denunciamos al stalinismo como dictatorial y violador sistemático de los derechos humanos; lo que nació como un sueño de los parias de la tierra, mutó en un régimen negador de los derechos del pueblo sometiéndolo a torturas, campos de concentración, asesinatos políticos, persecución a la disidencia y crítica, amparado en una fraseología “revolucionaria”, atiborrada de mentiras y demagogia, demostrando además una terrible ignorancia, así se diseminó por el mundo,, los partidos comunistas eran agentes consulares de la Unión Soviética, e impregnó el modelo “revolucionario” en las mentes de jóvenes, que, en su mayoría, fueron progresivamente rechazándolo y combatiéndolo porque la realidad era la demostración de la falacia soviética, que en Latinoamérica los cubanos asumieron como bandera y pernicioso hilo conductor.

He ejercido la psiquiatría durante años y en estos tiempos trato de despojarme de dogmas, y la aproximación al ser humano es de profundo respeto y comprensión; en estos últimos años practico lo que denominó “psiquiatría de calle”, o lo que es lo mismo, estar compartiendo con la gente sus luchas, anhelos, sueños, fobias, angustias y depresiones. Lo hago desde la perspectiva profundamente humanista para derrotar a la pobreza, conquistar, fortalecer un mundo mejor y rechazar cualquier las dictaduras de cualquier signo.

Nuestra consigna era “los problemas de la democracia se resuelven con más y mejor democracia”, y sigo hoy, convencido ferviente de esa idea. Cuando asesinaron a su padre, y torturado salvajemente, fui de los que protestó con fuerza, para erradicar la tortura en Venezuela. Tan largo preámbulo se amerita para que sepamos con claridad de dónde vengo y cuáles son mis pensamientos.

Provengo y sigo siendo de izquierda, aunque le confieso que a estas alturas términos como “izquierda”, “derecha” “socialismo” y “revolución” no tienen sentido, las han desdibujado, deformado, y degradado.

En el chavismo, milité años y del PSUV fui dirigente regional en el estado Carabobo; pertenezco a los miles de venezolanos, que se entusiasmaron con la aparición de Hugo Chávez en la escena política, logró convencernos que era la opción para gobernar y sacar del caos en el que estaba sumergido el pais. Me incorporé con ganas y buena fe, a un proceso de transformación, inspirado en el pensamiento de Simón Bolívar, Simón Rodríguez, y lo que significó la guerra de la Federación y Ezequiel Zamora. Jamás se planteó sobre socialismo, la teoría se sustentaba en el árbol de las tres raíces, también se habló de la tercera vía, incluso del “capitalismo con rostro humano”.

Chávez hizo cosas que aplaudo y defendiendo, darle voz a quienes no tenían, visibilizó y dio derechos a quienes eran excluidos, puso empeño para erradicar la pobreza, aunque por caminos equivocados; cometió muchos errores, por una visión erronea e incompleta de la realidad, entre otros, por ejemplo, la destrucción masiva del aparato productivo agrario, y mirar a otro lado, en casos de corrupción, y, a pesar de su afán por ayudar al pueblo, se dejó influenciar por Fidel y Raúl Castro, permitió e incluso propició la cubanización progresiva del proceso, alejándose de la concepción original, la Bolivariana.

El país conoce y padece lo que su Gobierno se niega a aceptar. Venezuela vive la peor crisis de su historia, en todos los ámbitos; no hay referente moral y ético en el gobierno del cual usted es parte directiva, no lo hay intelectual y es, la razón por la cual me dirijo a usted, por su doble condición de psiquiatra y hombre culto, -en mi opinión- el de mayor formación. Infiero en consecuencia, que es quien ejerce mayor influencia en el Presidente Maduro, por lo tanto es su deber aconsejarle de manera sincera, lo que debe hacer.

La ciudadanía esta desconcertada, no encuentra qué hacer, existe una situación emocional compleja, una mezcla de rabia contenida con depresión, perplejidad y al mismo tiempo una severa ansiedad. El pueblo confundido, sin futuro e ilusiones; se ha ido del país por millones , este absurdo y doloroso éxodo que fractura familias produce un dolor inmenso en el seno de la sociedad, sepa Ud que no son apátridas ni agentes del imperialismo, son ciudadanos que se aventuran en la búsqueda de una mejor calidad de vida, vivir en libertad y realizar sus sueños.

Las calles del país están vacías, desoladas, como lo narraba Miguel Otero Silva en su novela Casas Muertas; nunca antes el pueblo había pasado tanta hambre y penuria como en el gobierno del Presidente Maduro y del que usted forma parte importante.

El legado más significativo que haya dejado Chávez, es la Constitución de 1999, que han mancillado, violado sin rubor y esa Constitución, Dr. Rodríguez, aglutina hoy a la gran mayoría de venezolanos, es punto de unión y reconciliación del país. Si alguien debería saberlo, entenderlo y defenderlo, es precisamente usted por su historia y formación académica.

Cambiarla, es inconveniente, no inventen otro espectáculo grotesco, no sigan repitiendo maniobras y engaños. Tiene la alta responsabilidad de recomendarle al Presidente que renuncie en los mejores términos, no tiene sentido mantener la situación que empeora exponencialmente día a día.

Frente a un pueblo apabullado por tanto dolor, la del Gobierno es una conducta psicopática, lo cual no deja de alarmarme porque diera la impresión de que se trata de mantenerse en el poder a cualquier costo sólo por el poder mismo. Justamente debería coincidir conmigo en que esto no es revolución ni socialismo, ni chavismo.

Concluyo con la angustiosa sensación de que ésta no va a producir ningún efecto en usted, mucho menos en el Presidente, ojalá me equivocara. Hay otros temas, muchísimos que no han sido expuestos, que seguramente conoce pero sin darle respuestas al pueblo. Me temo que está carta podría generar ira y se desate una persecución contra mi persona, ya veremos, el tiempo será testigo.

Por último, ¿sabía usted que han aumentado con alarma los suicidios en Venezuela? ¿Cuál sería la respuesta: mentira o represión? Comprenda que, sobre la ciudadanía, solo les queda, la fuerza, lo demás lo malbarataron y desaprovecharon.

Lo invito a un debate sincero sobre la democracia, sobre la tortura, sobre los derechos humanos, sobre la libertad y generar una propuesta para la reconciliación y reencuentro de todos los venezolanos.

Estoy absolutamente en contra de la injerencia extranjera sobre nuestro pueblo y para nada defiendo la llamada cuarta republica, encontremos un  camino que supere las carencias los errores de la cuarta y quinta republica.

Walter Boza, CI: # 2.939. 581

Médico Psiquiatra, Matrícula Ministerio del Poder Popular para la Salud. # 7943