No soy corrupto, dice Kuczynski ante un Congreso que quiere destituirlo

No soy corrupto, dice Kuczynski ante un Congreso que quiere destituirlo

Peru's President Pedro Pablo Kuczynski listens as his lawyer Alberto Borea addresses lawmakers of the opposition-ruled Congress, in Lima, Peru December 21, 2017. REUTERS/Mariana Bazo
Peru’s President Pedro Pablo Kuczynski listens as his lawyer Alberto Borea addresses lawmakers of the opposition-ruled Congress, in Lima, Peru December 21, 2017. REUTERS/Mariana Bazo

 

El Congreso de Perú inició este jueves la sesión plenaria que debe culminar con la votación sobre el pedido de destituir al presidente Pedro Pablo Kuczynski, quien negó haber mentido sobre sus lazos con la empresa brasileña Odebrecht y rechazó ser corrupto.

“Vengo hoy a su solicitud para enfrentar de pie y dar la cara al país una acusación falsa”, dijo Kuczynski al iniciar sus descargos en la sesión iniciada a las 09h37 locales (14h37 GMT).

El Congreso, dominado por la oposición fujimorista, busca destituir este jueves a Kuczynski por “permanente incapacidad moral”, días después de que Odebrecht revelara que pagó casi cinco millones de dólares a empresas ligadas a él.

“Vengo a demostrar mi inocencia porque al parecer a eso es lo que se me obliga. No gozo de la presunción de inocencia, muchos de aquí han presentado su posición sin escucharme”, añadió el mandatario de centro-derecha de 79 años.

El presidente, quien habló durante media hora ante el Congreso, afirmó que “lo que aquí está en juego no es la vacancia de un presidente, sino la democracia que tanto le costó al Perú recuperar”.

“No soy corrupto y no he mentido, jamás he favorecido a ninguna empresa, siempre he actuado de acuerdo a ley y a la ética profesional”, indicó, agregando que mientras era ministro la firma de su propiedad que prestó asesorías a Odebrecht era gestionada por su exsocio, el chileno Gerardo Sepúlveda.

Luego de Kuczynski tomó la palabra su abogado, Alberto Morea, quien afirmó que en “la practica estamos ante un golpe de Estado”, si el Congreso vota por echar al presidente.

A menos de que ocurra un milagro, los analistas anticipan que Kuczynski se convertirá en el primer presidente en perder su puesto por vínculos con Odebrecht, empresa envuelta en el pago de sobornos en varios países de América Latina para conseguir millonarios contratos de obras públicas.

Sin embargo, de manera reservada el gobierno realizó en los últimos días esfuerzos para tratar de convencer a legisladores opositores que voten contra la “vacancia” presidencial.

“Parece que en las últimas horas han conseguido convencer a algunos congresistas izquierdistas (…). Hace tres días, diría que la suerte del presidente estaba definida. Ahora no estoy tan seguro”, declaró la AFP un funcionario de confianza del presidente que pidió no ser identificado.

El Congreso inició el proceso de “vacancia”después de que Odebrecht revelara que había pagado casi cinco millones de dólares por asesorías a empresas ligadas a Kuczynski cuando era ministro.

El mandatario había negado desde antes de asumir el mando, el 28 de julio de 2016, que tuviese vínculos con Odebrecht, hasta que fue desmentido por la propia empresa. Ante el Congreso, el presidente afirmó que mientras era ministro no tenía comunicación con su socio, para evitar conflictos de intereses. Pero hasta los propios partidarios de Kuczynski admiten que no dio explicaciones “claras” sobre el tema y tres de cada cinco peruanos piensan que debe abandonar el poder, según las encuestas.

Hace ocho días este escándalo de corrupción se cobró otra prominente víctima en el vecino Ecuador, donde el vicepresidente Jorge Glas fue condenado a seis años de cárcel por recibir sobornos.

Después de la exposición del abogado Morea, el Congreso iniciará un largo debate antes de votar la destitución. Para aprobarla, se requieren 87 votos de los 130 escaños del Parlamento.

Los votos parecían asegurados, puesto que el proceso de vacancia fue iniciado por petición de 93 legisladores y el partido de Kuczynski solo cuenta con 17 bancas, aunque algunos peruanos afirman que en su país “lo único seguro es que nada es seguro”.

– “Que se vayan todos los corruptos” –

La Organización de Estados Americanos (OEA) anunció que enviará una misión a Lima a observar el proceso de destitución de Kuczynski.

Si Kuczynski es destituido, el primer vicepresidente, Martín Vizcarra, debe asumir el mando por el resto del periodo, que culmina el 28 de julio de 2021.

Ingeniero, de 54 años, Vizcarra servía como embajador en Canadá y regresó apresuradamente a Perú ante la agudización de la crisis política. Kuczynski dijo que ambos vicepresidentes se negarían a asumir el mando.

El partido fujimorista Fuerza Popular ha mantenido contra las cuerdas a Kuczynski desde que comenzó su mandato. Pero el fantasma de Odebrecht también persigue a Keiko Fujimori, hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori, quien es investigada por supuestos pagos recibidos de la empresa.

En muestra de la desconfianza hacia los políticos en general, miles de peruanos marcharon el miércoles para exigir “que se vayan todos los corruptos”.

“Marchamos contra los corruptos de Odebrecht”, dijo la estudiante Rosa Chávez, de la Universidad de San Marcos.

Odebrecht admitió haber pagado 29 millones de dólares en sobornos en Perú entre 2004 y 2015, periodo que abarcó los gobiernos de Alejandro Toledo (2001-2006), en el que Kuczynski fue ministro; Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016).

Humala permanece en prisión preventiva, acusado de recibir tres millones de dólares para su campaña electoral de 2011, mientras que contra Toledo pesa una orden de extradición desde Estados Unidos, por recibir presuntamente 20 millones de dólares en sobornos para conceder a Odebrecht la construcción de una carretera. AFP

Exit mobile version