La opinión pública tiende a ser voluble. Depende mucho del comportamiento de los políticos en relación a las expectativas de la población.
Si los dirigentes cometen errores a la luz de la población, se abre un espacio de crítica que en muchas ocasiones se convierten en espacios para drenar frustraciones. Los líderes de opinión juegan un papel importante en este tipo de situaciones.
En el caso venezolano es particularmente delicado visto el comportamiento del gobierno que ha sometido a la sociedad a un totalitarismo. Los líderes de opinión tienen la oportunidad de presentar sus críticas a la clase dirigente al tiempo que proponen líneas de acción que permitan tomar acciones correctivas.
Vea a continuación el análisis completo del politólogo José Vicente Carrasquero y el abogado Orlando Viera-Blanco