El dirigente de Voluntad Popular en Carabobo, Salvatore Lucchese, aseguró este viernes que “la presión cívica de calle ha logrado neutralizar la estrategia del régimen de Maduro, de utilizar el diálogo como estrategia para ganar tiempo ante una crisis que –saben- terminará con la salida del poder de quienes durante 18 años han destruido a la patria y han conducido al pueblo hacia una catástrofe social sin precedentes en nuestra historia”.
Lucchese recordó que desde la tolda naranja siempre se ha dudado de la buena voluntad de diálogo de quienes han buscado siempre la aniquilación política de los adversarios (haciendo clara referencia al oficialismo) con maniobras que van en sentido contrario a las prácticas democráticas, acciones que incluso han violentado derechos humanos de venezolanos dentro de los que destacan el líder de VP, Leopoldo López, y otros cientos de inocentes que hoy se encuentran privados de libertad en condiciones infrahumanas por el simple hecho de disentir de las ideas anacrónicas del Socialismo del Siglo XXI.
“Desde un primer momento en Voluntad Popular marcamos distancia del diálogo porque ya conocemos cómo es que el gobierno dialoga, y cómo es que utilizan esta herramienta para intentar lavar la cara de esta tiranía que ha conducido a nuestro país a la quiebra. Pero en Venezuela ya hemos aprendido, aquí sabemos quién es quién; el pueblo ya no es inocente. Y las críticas a ese tipo de diálogo manifestados por la mayoría de la población, sumado a la presión de calle, ha neutralizado las intenciones del gobierno de hacer tiempo”.
Lucchese aplaudió que hoy, cuando se vence el plazo estipulado para que el gobierno dé muestras de diálogo, la mayoría de los partidos que conforman la Mesa Unitaria haya entendido el sentir del pueblo de mantenerse firmes en la necesidad de que el gobierno cumpla condiciones mínimas que garanticen que, más temprano que tarde, se liberen a los presos políticos y se realicen elecciones generales que abran las puertas hacia una mejor Venezuela.
“Entendemos que el diálogo es fundamental en toda democracia para poner en común las diferencias y buscar puntos de encuentro y soluciones en beneficio de la convivencia pacífica, pero dudamos que esto sea lo que quiere el gobierno cuando escuchamos a diario las destempladas declaraciones de las figuras del régimen. Ellos dicen que el diálogo no debe tener condiciones, pero no se dan cuenta que ya eso que dicen es un condicionante. Pero aquí no se trata de condiciones, se trata de que la aguda crisis que viven los venezolanos no dispone de todo el tiempo como para que oposición y gobierno se sienten a hablar por meses sin llegar a nada. Se trata de que el gobierno debe dar muestras claras de respeto a la democracia y a la Constitución”.
Lucchese dijo que sería hipócrita decir, por una parte, que los venezolanos viven una crisis terminal de dimensiones humanitaria y por otro lado sentarse a dialogar por tiempo indefinido, en forma distendida, sin importar que en las calles la violencia está matando a la juventud, que el hambre ha llevado a los venezolanos a sacar comida de la basura, y sin prestar atención a que en los hospitales muchas personas están condenadas a una muerte lenta y dolorosa porque no se consiguen medicamentos, o porque no existen los insumos para realizar las intervenciones quirúrgicas necesarias.
“En VP nos caracterizamos por llamar las cosas por su nombre. A este régimen lo llamamos dictatorial y hemos asumido desde un principio la lucha pacífica, no violenta, como mecanismo para hacer frente a ella. Los escenarios para el diálogo ya están establecidos en la Constitución y la Asamblea Nacional era el espacio ideal para el debate. Pero el mundo vio cómo el gobierno corrompió las funciones de los demás poderes públicos para anular ese escenario democrático sólo por el hecho de que no podían controlarlo. Ahora quisieron chantajearnos obligándonos a sentarnos en una mesa donde sólo ellos ponen las condiciones, donde el día de su anuncio apareció Maduro, disfrazado de cordero, queriéndose mostrar como el que extendía sus brazos de amor en el centro de una mesa cual mesías. Eso el pueblo venezolano lo repudió no porque quiera la violencia, sino porque ya esa película está repetida y todos sabemos cuál es el final”.
Lucchese finalmente hizo un llamado a toda Venezuela a estar atenta esta noche a los resultados de la segunda reunión entre el gobierno y la oposición, e hizo un llamado al oficialismo a aprovechar las oportunidades que le está dando la historia para evitar que la crisis llegue a condiciones peores, pues el hambre no dispone de mucho tiempo y un estallido social tendría un costo muy alto donde nadie resultaría ganador.
“Quisiéramos ver algún cambio. Pero resulta difícil cuando escuchamos las declaraciones de los jerarcas del régimen, o cuando vemos que el gobierno insiste en no entender que la crisis ha sido generada por ellos y no por una imaginaria guerra económica. Cada vez que Maduro dice ese tipo de disparates lo que realmente está diciendo es que no tienen la solución y que nada va a cambiar”.