Machado: Régimen ataca a la Iglesia porque no la pudo silenciar, dividir ni controlar

Machado: Régimen ataca a la Iglesia porque no la pudo silenciar, dividir ni controlar

Foto Archivo
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Luego de que cuatro seminaristas en Mérida fueran desnudados por colectivos armados en plena vía pública el pasado viernes y tras la invasión de un seminario el domingo en Barquisimeto, María Corina Machado aseveró este lunes que, con esos ataques, el régimen de Nicolás Maduro queda al desnudo “en su esencia”. “Atacan a la Iglesia porque no la pudieron silenciar, ni dividir ni controlar”, dijo.

Nota de prensa

“El régimen quedó al desnudo como fuente de una fuerza verdaderamente maligna […] Agredir seminaristas da un mensaje de disolución social total. Han sido ataques de humillación y de rabia. El régimen está en una dosis de antivalor tal, que a los religiosos no pueden verlos como adversarios normales, porque ha sido el cristianismo una de las fuentes más sólidas, por siglos, de los valores de libertad y dignidad; que son por los que Venezuela lucha hoy”, continuó.





Para la coordinadora nacional de Vente Venezuela, todo está claro: el régimen arremete contra la Iglesia también porque es la institución que de manera más temprana y clara lo ha calificado como totalitario y ha insistido en la urgencia de ponerle límite.

En ese sentido, hizo un llamado a la sociedad venezolana a repudiar estos ataques, pues “nos están tocando en lo más profundo; están atacando nuestra lucha por la recuperación de los valores y principios que más nos identifican, que han sido profesados y promovidos durante siglos por el cristianismo”.

Sobre los hechos del viernes en Mérida, María Corina Machado aclaró que “no es que las autoridades no hayan hecho nada” para evitar el ataque a los seminaristas que desnudaron, sino que “son cómplices, al no actuar para evitarlo”.

Y finalizó: “Siempre se habla del cristianismo como una religión que pone la otra mejilla. Sin embargo, siempre hay que recordar que cuando Jesús vio lo más sagrado, que es el templo, ocupado por gente que nada tenía que ver con la espiritualidad, no vaciló en voltear las mesas y echarlos a patadas. Él, personalmente”.