Podemos y Ciudadanos intentarán dejar sus diferencias para negociar una coalición

Podemos y Ciudadanos intentarán dejar sus diferencias para negociar una coalición

EFE/Emilio Naranjo/Archivo
EFE/Emilio Naranjo/Archivo

Con el plazo para formar gobierno agotándose peligrosamente, los socialistas, la izquierda radical de Podemos y los centristas de Ciudadanos intentarán dejar de lado sus diferencias este jueves en su primer encuentro para negociar una coalición.

AFP

Casi 16 semanas después de las elecciones legislativas y a medida que la acritud entre los líderes de los partidos se intensifica, los equipos negociadores de las tres fuerzas se reunirán a las 16H30 (14H30 GMT) para intentar desbloquear la parálisis política en que vive el país.





“Vamos con una voluntad muy clara de hacer todo lo posible para conseguir un gobierno (…) pero también con el realismo de saber que es muy difícil, que somos partidos políticos que estamos muy alejados”, reconocía a una radio española Meritxell Batet, del equipo negociador socialista.

El acuerdo parece todavía más difícil después de los intercambios envenenados que se produjeron el miércoles en un debate parlamentario entre el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el de Ciudadanos, Albert Rivera.

Las acusaciones recíprocas de amiguismo, intolerancia o financiación irregular ensombrecieron las expectativas de un pacto entre dos partidos ya de por sí muy distantes ideológicamente.

Antonio Hernando, líder de las negociaciones socialistas, quitó hierro a esas diferencias en una entrevista con el periódico El País.

“Las actitudes son diferentes según se esté en público o en privado, según haya o no cámaras y micrófonos. En la reunión de hoy no las habrá”, dijo.

El reloj aprieta: si no se inviste un nuevo presidente antes del 2 de mayo, se deberán convocar nuevas elecciones, probablemente para el 26 de junio.

Esto alargaría el bloqueo que vive España desde las elecciones de diciembre, justo cuando el país empieza a salir, aunque renqueante, de su dura crisis económica.

Los votantes, indignados con la austeridad, el desempleo y los escándalos de corrupción, dieron la espalda a los dos grandes partidos tradicionales y apostaron por la emergencia de Podemos y Ciudadanos, dejando un congreso dividido entre cuatro grandes formaciones y sin mayorías claras.

Aunque el Partido Popular (PP, derecha) del jefe de gobierno saliente, Mariano Rajoy, ganó las elecciones, lo hizo sin mayoría absoluta y no tiene ningún aliado. El socialista PSOE, segundo, cerró ya un acuerdo con Ciudadanos pero necesitan el apoyo de Podemos.

Hasta ahora, los izquierdistas rechazaron negociar con los socialistas si Ciudadanos participaba pero en la última semana, tras caer en los sondeos, accedieron a hacerlo.