Luis Ochoa Terán: Obama vs Maduro

Luis Ochoa Terán: Obama vs Maduro

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No cabe la menor duda que las declaración de Estados Unidos de considerar a Venezuela como “una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y a la política exterior de los Estados Unidos” es de por sí una exageración si tomamos literalmente la declaración, pues resulta irónico para cualquier ciudadano común, que un país como el nuestro que se encuentra en el estado de penuria, ruina y hambruna como la que vivimos, pueda constituirse en una amenaza a la primera potencia del Mundo, peor aún, cuando el material militar esta inservible, el pesado y los aviones están o dañados, o sin artillar por el temor del gobierno que sean usados en su contra por el descontento militar, aparte de que los militares están negados a que los usen para reprimir a la manifestaciones de jóvenes y estudiantes desarmados y pacíficos. Pero si colocamos esta declaratoria en el contexto americano, resulta ser simplemente una orden ejecutiva para obtener poderes excepcionales que le permitan imponer sanciones y proteger intereses de seguridad nacional para los estadounidenses como son el blanqueo de capitales en su torrente financiero, el narcotráfico y el terrorismo, edulcorado en nuestro caso con leyes de protección de los derechos humanos y el combate a la corrupción, aprobados el año pasado en Estados Unidos.

Es la verdad como un templo que el gobierno americano ha tenido la paciencia de Job durante 15 años escuchando toda clase de tropelías, insultos, descalificaciones, campañas y cuanto se le ha ocurrido a Chávez y ahora a Maduro, sin embargo, habían mantenido la política de ignorarlos olímpicamente, el cual enfurecía más a los bolivarianos, pero llego el momento en que los bolivarianos dejaron de jugarse con la cadena y se metieron con el mono y éste les dio el zarpazo que no esperaban. Es la resultante de 15 años de una política exterior bolivariana virulenta, agresiva, descalificadora, errática y para remate, aliada con todos los enemigos de los Estados Unidos y los gobiernos aquellos de la peor calaña que se pueda encontrar en el basurero de la comunidad internacional como Gadafi, Bachar Al Asad, etc. Pero además, la política exterior de Maduro se concentró ya no solo en aliarse con los enemigos de los Estados Unidos sino que comenzó a dirigir los ataques directos al gobierno, rebasando el vaso, con la reducción de 100 funcionarios diplomáticos acreditados en Venezuela a 17, la inútil y bullanguera sanciones a funcionarios de Estados Unidos que no tienen ningún interés en venir a Venezuela, así como, la solicitud de visas para el ingreso a país, que a fin de cuenta, a quien perjudica es al pueblo venezolano y a la poca industria que queda en el país en el suministro de producción y de piezas de reparación de la maquinaria industrial y automotriz, etc, que ya comenzaremos a ver y a sentir con mayor fuerza en unas semanas.





Se percibe que detrás de las sanciones hay algo más que los americanos no han terminado de decirnos y que terminaran por hablarlo cuando llegue el momento. El imperio como lo llaman los bolivarianos no dan puntada sin dedal. No podemos pasar desapercibido los anuncios de sanciones en relación a algunos banqueros muy ligados al gobierno de Maduro y a la boliburguesía. Tampoco la reciente acusación a un banco de Andorra por las supuestas operaciones de creación de empresas pantalla para canalizar fondos de la petrolera estatal venezolana Pdvsa y menos la detención en Aruba del famoso militar supuestamente involucrado en narcotráfico, las acusaciones de que Venezuela otorga visados y facilidades a terrorista entre ellos islámicos y ahora, con esta reciente declaratoria en donde incorpora delitos de violación de los derechos humanos, sancionando ya a 6 altos militares y a una fiscal, no tardarán en darnos los primeros nombres de los sancionados por corrupción, en los cuales hay un campo muy, pero muy fértil para escoger de la más variada especie del gobierno bolivariano. Todo esto nos indica, que el gobierno americano tomó la decisión, por el hostigamiento de Maduro y su gobierno, de golpear no al pueblo venezolano como pretende vendernos los bolivarianos, sino golpear directamente a quienes sostienen de verdad al gobierno de Maduro, con la pequeña diferencia que aunque es una normativa interna para Estados Unidos, los bancos internacionales no se atreverán a mover dinero de quienes aparecen en esas listas por temor a aplicaciones de sanciones financieras de los americanos, como acaba de ocurrir con un banco en Andorra. Como dicen en nuestro pueblo “para muestra basta u botón”. Al final de cuenta, el pleito de Maduro con los gringos se le devolverá como un boomerang porque será el responsable de que la boliburguesia pierda lo que con impunidad han logrado y hasta ahora disfrutaban tranquilamente. La división interna en el Psuv y el gobierno continuará profundizándose y ellos darán razón de Maduro.