Padrino: No está planteado el uso de armas sino el uso proporcionado de la fuerza

Padrino: No está planteado el uso de armas sino el uso proporcionado de la fuerza

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El ministro de Defensa de Venezuela, el general Vladimir Padrino, afirmó que para las Fuerzas Armadas una manifestación pacífica y sin armas es “intocable”, pero precisó que sí actuarán contra una campaña de “violencia organizada” como la que asegura que se vivió hace un año en el país.

“La fuerza pública no confronta manifestaciones pacíficas, una manifestación pacífica es constitucional, cualquiera puede salir con sus pancartas”, aseguró Padrino en una entrevista con Efe al cumplirse un año del inicio de la ola de protestas antigubernamentales en Venezuela.

“Un año después podemos ver cómo se pretendió usar la imagen de la juventud, una fachada de protesta estudiantil y quedó demostrado que no fue tal cosa”, dijo antes de describir lo sucedido como “una acción violenta inducida, financiada, programada, planificada”.

Para el general venezolano, lo ocurrido el pasado año dejó una lección para todos, en la que “no ganó absolutamente nadie, ni quienes lo propiciaron, ni partidos políticos de oposición, ni el pueblo de Venezuela, ni el Gobierno”.

La Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) es uno de los cuatro componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y el único cuerpo militar autorizado para el control de orden público.

Este cuerpo actúa a petición del Ministerio del Interior cuando la Policía no es capaz de contener una protesta violenta o para asegurar una manifestación pacífica, como sucedió a menudo en 2014.

Padrino destacó que de las 43 víctimas mortales registradas entre febrero y junio del año pasado solo una fue atribuida a miembros de la GNB.

“Esos (dos) guardias nacionales pasaron de inmediato al sistema de justicia y están siendo procesados, en este momento presos en nuestra cárcel militar. En absoluto hubo intentos del Estado de opacar esa acción”, aseguró.

El ministro aceptó que puede haber casos aislados en cuanto a violación de derechos fundamentales, pero dijo que esos casos aislados “han sido objeto de alguna sanción disciplinaria o una acción penal de acuerdo a la gravedad”.

A juicio del máximo jefe militar venezolano, durante las protestas del pasado año “no hubo más muertos precisamente por la acción responsable de los cuerpos de seguridad”.

Respecto a las críticas recibidas por la nueva resolución que ha impulsado su Ministerio para regular el uso de la fuerza en el control de las manifestaciones, Padrino destacó que el objeto de la misma “no es el uso de las armas, sino el uso proporcionado de la fuerza”.

Los detractores de ese texto legal señalan extractos que se refieren al uso en último caso de armas potencialmente mortales en el control de protestas, algo que, según el ministro, es un elemento “sacado con pinzas”.

“El objetivo es regular la actuación de la fuerza armada para garantizar el orden público, la paz social y la convivencia ciudadana en reuniones públicas y manifestaciones”, sostuvo.

Según Padrino, en un escenario como el de 2014, la fuerza armada actuaría “apegada a derecho” y “exactamente igual” a como lo hizo entonces.

“Es más la Fuerza Armada actuaría cuando ya han sido rebasadas las autoridades civiles en ese momento y a solicitud del ministerio competente y ahora con está norma con mayor rigurosidad”, dijo.

El también jefe del Comando Estratégico Operacional explicó que la resolución no estipula, como aseguran sus detractores, “que el Ejército va a salir a dispersar o a reprimir una manifestación pública”.

“Aquí no está planteado el uso de armas, aquí lo que está planteado es el uso proporcionado, diferenciado, progresivo de la fuerza”, recalcó y calificó la resolución de “amplia, sensata y que da preeminencia al respeto a los derechos humanos”.

Doce meses después del inicio de las protestas, Padrino aseguró que el país aún vive una “guerra” que atenta contra el Gobierno del heredero político del fallecido Hugo Chávez, y que ha buscado influir no solo a los ciudadanos sino también a las FANB.

“Estamos viviendo una guerra en el más amplio sentido de la palabra, una guerra de cuarta generación, una campaña psicológica que ha tratado de buscar a líderes militares, de contactarlos para que salgan en la técnica del goteo militar que se vio en 2002”, dijo en referencia a los militares que participaron en el golpe contra Chávez de ese año.

Aunque no descartó que pueda salir “algún oficial que sea tocado por intereses de este tipo”, se mostró convencido de que tendría todo el fracaso.

“Yo no sé quién pueda estar pensando en pleno siglo XXI en irrumpir con la fuerza o a través de la fuerza armada para derrocar un Gobierno, eso no es de un país civilizado, eso no es de un país decente, eso no tiene conexión aquí”, aseveró.

Indira Guerrero/Javier García/EFE

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