Seis maneras de ser “clandestino” en Madrid

Las redes sociales se enteran de todo y todo lo saben. Y así es difícil permanecer en el anonimato total, qué le vamos a hacer. Pero a pesar de ello, siguen existiendo garitos que consiguen mantener ese aire de misterio misterioso que hace que nos entren unas ganas loquísimas de conocerlo. Por eso hoy nos ponemos en plan voyeur y nos asomamos a la mirilla de seis direcciones que, aunque diferentes, les une un cierto aire de clandestinidad.

1. BOCADILLERÍA CLANDESTINA (POP UP Y GOURMET)

La Bocadillería Clandestina es una de las últimas propuestas de espíritu streetfood y carácter efímero en llegar a la capital. Y aunque lo ha hecho con fecha de caducidad cerrada a finales de enero, sus organizadores han decidido ampliar un mes más su permanencia en La Fábrica de Jabones debido al enorme éxito de acogida.





Como su propio nombre indica, en este local sólo se sirven bocadillos, pero no cualquier tipo, sino bocadillos premium con panes elaborados exclusivamente para ellos, como el bollo de pan de maíz, el pan de zanahoria o el pan injerto, para hacer delicias como ‘Elcacho pan ecuatoriano, oreja a la plancha caramelizado al teriyaki con ensalada de lombarda y pepinos con espuma de ali-oli de perejil’ o el ‘Perrito casero de carne de pollo de corral y cerdo ibérico, salsa pepitoria moruna, cebolla crujiente y kiskillas fritas’. Casi nada.

La Bocadillería Clandestina

 

Cada uno cuesta 7 euros y viene acompañado de una cerveza. Lo mejor es que cada semana cambian los bocadillos. Lo peor, que será difícil probarlos todos porque el acceso está limitado a 40 personas por jornada y previa contraseña (que debe solicitarse a través delafabricadejabones.com).

Y para rizar aún más el rizo, solo permanece abierta durante tres días a la semana(miércoles y jueves de 20h y 23h, y sábados de 12h a 15h). De todos modos, habrá que estar atentos porque la agencia Le Nomade, responsable de su organización, promete sorprender con sus propuestas en formato efímero y privado en próximos meses.

La Bocadillería Clandestina

 

2. LAIDY PEPA, CLANDESTINIDAD CASTIZA (desde los años de La Movida) 

?El toldo de la entrada lo dice bien clarito: Café Teatro. Aunque puede que no esté tan claro, porque éste es un mítico local de la noche madrileña al que vas si sabes dónde está y lo que te vas a encontrar dentro. Casi es imposible llegar por casualidad, porque lo ponen bastante difícil: la puerta suele estar cerrada y tienes que tocar el timbre para esperar a que te abran y puedas entrar. Una vez dentro hay que tomar la decisión -siempre que el aforo lo permita- de quedarse en la barra a tomar copas o sentarse en una de las modestas mesitas con su mantel de cuadros y beber cerveza o vino hasta morir.

Lo bueno es que se acompañan de sus tradicionales espaguettis con albóndigas servidos en cazuelas de barro a rebosar. O sus callos (para valientes). Pero no acaba ahí la cosa porque, aunque el espacio casi no lo permite, tiene un pequeño escenario al fondo del comedor -quizá por eso el sobrenombre de ‘teatro’- en el que un misterioso pianista toca sin cesar. Y así hasta que a Madrid le apetezca amanecer.

3. A.R.G.O PRIVATE CLUB: PASIÓN POR LA GASTRONOMÍA

?Googlear es la prueba infalible que nos confirma o desmiente el supuesto anonimato de algo. Y en el caso del Club A.R.G.O no hay dudas: apenas encontramos info más allá del estreno de una obra de microteatro con Hugo Silva hace un par de meses. Bien, vamos bien, porque la privacidad es la primera de las claves de este local recién abierto en un edificio legendario de 1901 situado en la Plaza de Santa Ana, conocido por ser el lugar de residencia y despacho de Canalejas.

Su interior es enigmático y está repartido en cinco plantas, cada una con una inspiración y motivación diferente –salón biblioteca de aire British, zona de copas, comedor, un ático con terraza…-. Solo unos privilegiados pueden acceder, bien por ser socios o porque han sido invitados por alguno de sus miembros. Y lo hacen por motivos variopintos: desde celebración de conciertos al mencionado microteatro, hasta campeonatos de mús, bailes de salón, cineforum, exposiciones, comidas, cenas y catas gastronómicas. Porque la cultura y la gastronomía, firmada por el prestigioso chef de Arce Iñaki Camba, son los pilares fundamentales de este recién llegado a la capital. ?

Club A de Arzábal

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