William Anseume: María Corina perseguida

William Anseume: María Corina perseguida

William Anseume No creo que en la historia venezolana haya existido alguna mujer más temida por un gobierno que María Corina Machado. Ahora la acusan de ser una conspiradora, antes de magnicida, de traidora a la patria y pare de contar.

Habría que preguntarse cuál es el trasfondo del miedo que desde el poder absoluto se le tiene a esta valerosa mujer. María Corina mueve masas fervorosas en procura de un escape de esta calamitosa situación política, económica, social, cultural, moral, ética que vivimos los venezolanos y eso preocupa a las más altas esferas gubernamentales. A Maduro y también a Diosdado, más a este último que siempre le ha tenido ganas, esto en cuanto a quitársela de en medio.

¿Qué hay realmente detrás de todo esto? Para mí un terror gubernamental a que Machado alcance mayores dimensiones a las inmensas obtenidas en cuanto a proyección política hacia la presidencia; desde luego, pero muy especialmente se evitaría, apartándola, el arrase popular que ocasionaría una nueva candidatura suya a la Asamblea Nacional, donde Cabello no querría volver a verla ni en un ínfimo cuadrito, a pesar de haber sido la diputada más votada en aquella elección.





Las acciones para despojar de la inmunidad parlamentaria y de su curul a María Corina son deleznables. Y éstas generadas con la intención inocultable de evitar que se lance nuevamente a la Asamblea, donde volvería a arrasar, solo representan el miedo, casi infantil, viseral, medio misógino, desde uno de los cúmulos de poder más fuertes de nuestra historia, hacia una mujer que los espanta con su voz, con su presencia, con su accionar.

Ver a María Corina golpeada, perseguida, atacada por estas figuras monstruosas solo la fortalece, sobre todo porque su valentía es incalculable, como la de Leopoldo, como la de Ledezma; son esas figuras que nos hacen sostener ideas de regeneración de esta podredumbre a la que nos han arrojado desde que el finado (muy fino término para mentarlo) indicó el rumbo al despeñadero, muy bien secuenciado por sus secuaces orientados desde Cuba. Se le quiere limitar el accionar político, acallarla a como dé lugar, como ha ocurrido con la censura permanente a los diferentes medios de comunicación, con las expropiaciones de los mismos, con las ventas simuladas para evitar la divulgación, así como con todo aquel que quiera manifestar algo contrario a las ideas políticas gubernativas, como con los estudiantes que pagaron con la vida su derecho a manifestar su disconformidad con lo que creen negativo para su futuro, aquello que se los cancela: este gobiernito limitante de todo.

Cierro este artículo como aquel que le dediqué a esta insigne figura femenina de nuestra política actual en El Universal, del 02 de junio de 2014: “Necesariamente, María Corina tendrá su sitial, porque le pertenece, por luchadora, por valiente, por corajuda, por deambular por el mundo llevando la palabra de los venezolanos que queremos nuestra patria y vivir en ella bien, no con dádivas, no con esperpentos mendicantes”.

wanseume@usb.ve