Dámaso Jiménez: Violencia, Barbies y olvido

Dámaso Jiménez: Violencia, Barbies y olvido

thumbnaildamasojimenezUn enfrentamiento entre bandas causa 11 muertos en una finca en Altagracia de Orituco en el estado Guárico por un asunto de cobro de vacuna, delito del que no escapa ningún ganadero venezolano y que terminó afectando enormemente la producción de alimentos en el país. El dueño de la zona se hace llamar El Picure y como algún otro “vivo” quiso cobrar la suculenta vacuna que le pertenece, hizo trasladar a 40 hombres armados para asesinar a los impostores y asunto arreglado, todos siguen “enchufados” en su tomacorriente.

Ningún ente oficial se pronunció en la hegemonía de medios de comunicación con que cuenta el gobierno porque las noticias no existen en socialismo. En su incontinencia verbal Cabello jamás nombró al Picure, pero considera que al padre Luckert hay que desaparecerlo a Marte sin boleto de regreso.

Horas antes hubo un enfrentamiento entre bandas con saldo de ocho asesinados en Catatumbo por el control de los sembradíos de droga, el contrabando de gasolina y el traslado de los alimentos en la frontera. La acción revistió escasa importancia en los asuntos del gobierno porque ante el avance de la violencia ya preferimos creer que si no salió en los medios entonces no sucedió, es decir, si nadie se da por enterado entonces en el país no existe el crimen organizado, tal cual sucedió en México cuando se comenzó a hacer caso omiso a las masacres.





19 muertes por enfrentamientos de grupos armados en menos de 24 horas no es poca cosa, pero se vuelve más revolucionario ignorar el hecho, no saber de qué se trata y preferir pensar que no es problema nuestro es también una decisión, como también lo es esperar la gran oportunidad que te dará el gobierno: Busca tu hayaca gratis en cadena nacional, ya viene el nuevo Dakaso.  Según el evangelio de San Diosdado si eres pobre en medio de esta crisis es porque quieres y te señala las puertas del PSUV.

Vía Twitter solo se filtra uno que otro mensaje en el ambiente de tensa calma normalizada. Se trata de una guerra entre bandas muy bien armadas que operan como grupos insurgentes por el control de los alimentos, la gasolina y todo a lo que ya no tenemos acceso y escasea en los anaqueles de los supermercados, farmacias, boticas y tiendas.

Hay quienes replican cualquier información sobre estos episodios protagonizados por la violencia, como si se trataran de comentarios mal sanos alejados por ejemplo del elaborado plan “Navidades Felices”, que consistió en la rebaja de precios de las muñecas “Barbie”, logro alcanzado por el presidente Maduro para evitar que los imperialistas empresarios especuladores intenten arruinar las navidades de los niños, que sueñan con tener una réplica de la muñeca más representativa del rojo “Plugged Shore” del país, con cirugías plásticas, carro de lujo, palacio mayamero, apartamento neoyorquino, prendas y chulo de moda con nombre gringo. Pronto veremos una pléyade de vanidosas haciendo humo con su propia muñeca, luego que al mismo Maduro se le ocurriera la idea de hacer en Venezuela sus propias “Barbies” que rindan tributo a la cultura nacional, como si la corrupción, la escasez, las largas colas, el miedo y el hambre no se ocuparan de construir esa imagen “kitsh” del nuevo hombre revolucionario que hace tiempo explotó en nuestras caras.

 

Ya nadie se acuerda del impacto que generó en vísperas de Reyes del 2014 los asesinatos de Mónica Spears y su pareja Thomas Berry, los estudiantes fallecidos, los descuartizados, el alcalde Franceshi apuñalado en extrañas circunstancias, los taxistas que no pelan, las víctimas a quienes dejan quietas en el piso por unos zapatos de goma o un celular. Asesinaron al diputado Serra y antes de relegar la situación al olvido vimos como eliminaron por televisión al líder de los colectivos, José Miguel Odreman, en una masacre que incluyó a 5 de sus patriotas combatientes, ¿fracasó del plan de seguridad número 20?

Se destituyen ministros, jefes policiales, escuchamos a José Vicente Rangel cargando contra un cuerpo policial como el CICPC, que de la noche a la mañana comenzó a emanar azufre para el olfato revolucionario, obviando que responden a las órdenes de su hijito el viceministro de la policía, se acusa por acusar, se señala, se desinforma, se miente cínicamente, hasta que cada uno de los escandalosos episodios violentos se estrellan de nuevo contra el olvido nacional.

La criminólogo y conferencista internacional Lolita Aniyar de Castro dijo recientemente que la violencia es algo más que los muertos, es una cultura que se manifiesta de muchas maneras para inhibir, pulverizar, destruir y manipular a través de una hegemonía de medios como la que tiene el régimen. “Cuando tienes una hegemonía como la que ellos tienen, la historia de lo que sucede durante los actos de violencia siempre se manipulan a su favor, cuando se está al servicio del gobierno la justicia no prueba nada porque no hay nada que probar con un gobierno de ocultación, todas las cifras se ocultan, desde la chikungunya, la inflación, hasta la cifra de muertes violentas”.

Sin embargo nadie escapa a las mediciones en un país cuyas 5 principales ciudades se ubican entre las 50 metrópolis más peligrosas del planetacon una tasa conservadora de 79 fallecidos por cada 100 mil habitantes según un informe del OVV, donde solo el 19 % de la población dice sentirse seguro al caminar por la noche en su barrio, el 74 % desconfía de la Policía local y el 22 % refiere haber sido víctima de un hurto o tener un familiar al que le robaron dinero en los últimos doce meses, casi 25 mil muertes violentas el año pasado y la certeza de que los números malos siempre se superan en esta exsucursal del paraíso.

Un informe de Diálogo Interamericano refiere que el crimen organizado y el tráfico de drogas persisten en la región sin fuerza que pueda detenerlos. La situación se complica en Venezuela al sumar los niveles de corrupción y el sistema institucional inestable que nos precede.

Lo de Iguala, en el estado de Guerrero en México, con la muerte de 43 estudiantes normalistas asesinados vilmente por atreverse a protestar por todo el terror que los agobia, debería servirnos de espejo a todos, sobre todo a aquellos que prefieren seguir sobreviviendo con las migajas que dejan los olvidos de la violencia.

@damasojimenez