Víctor Vielma Molina: Los pueblos rechazan el abuso, el desorden

Víctor Vielma Molina: Los pueblos rechazan el abuso, el desorden

thumbnailvictorvielmamolinaEsto que osa llamarse Revolución Socialista,  exhibe vidrieras de aparentes libertades y oportunidades para “todos”. Esta apariencia, sólo está en la eufonía de la propaganda política y el discurso oficial de ocultación. Quien intente ver la verdad, que está detrás de las puertas institucionales, corre riesgos sorprendentes. Misteriosamente, en medio de ambientes oscuros y terriblemente abandonados, se tropieza con puertas semejantes a las que narran y describen las obras del escritor Franz Kafka. En todas, hay funcionarios que se hacen cada vez más inabordables y fuertes, te tienden alcabalas burocráticas, te exigen llenar exagerados formalismos y militancia oficial.  Si sospechan que eres disidente, no sin antes nombrarte hasta el cansancio, al ya extinto comandante supremo, te condicionan el acceso. Si eres crítico, si tienes fortalezas y convocatoria, te detienen para engrosar la lista de presos políticos; si ven que tu liderazgo se acerca legalmente en busca del poder, tratan de reducirte mediante la difamación, la ilegitimidad, la intimidación, la detención ilegal o, en último caso, podrían llegar a hechos inconfesables.  En fin, esta “revolución” segrega, tortura, reprime y es retaliativa. Existe mucha literatura, historia, documentos y documentales que relatan los increíbles sucesos que propiciaron el fracaso y la caída del socialismo de otros países. Relatos  que coinciden con el ya evidente fracaso de la “revolución” chavista. “Revolución”, que vergonzosamente estancó el desarrollo y el progreso de la patria que liberó el Equipo de Libertadores, guiados por el genio de Simón Bolívar. Desde entonces, aquí no ha habido segundos libertadores; pero sí muchos opresores.

Estos “revolucionarios” buscan anular al pasado, tal como el Imperio Español trató de anularlo en nuestros pueblos primigenios. El escritor argentino, Jorge Luis Borges, en su inigualable ensayo Nathaniel Hawthorne, nos habla de la obcecada predisposición de ciertos gobernantes, por intentar borrar épocas preteridas: “El propósito de abolir el pasado ocurrió en el pasado y –paradójicamente– es  una de las pruebas de que el pasado no se puede abolir. El pasado es indestructible; tarde o temprano vuelven todas las cosas, y una de las cosas que vuelven es el proyecto de destruir el pasado.” Pero estos “Revolucionarios”, lo que más temen del pasado, son las libertades democráticas. De manera adrede, tratan de desconocer que las generaciones sobrevivientes, después de cualquier guerra u opresión,  construyen sobre las mismas cenizas, la reminiscencia del bien que parecía enterrado en el olvido.  De allí, las mal intencionadas alcabalas y malabarismos políticos de esta “revolución”, para impedir la entrada de una nueva democracia.

La cúpula roja, sin acabar de entender la Alegoría de la Caverna, del VII Libro de La República de Platón, parecieran resignarse al totalitarismo; temen volver a salir de la caverna, para conocer y saber. A pesar de que intentan hacernos creer que son filósofos políticos, los ciega el egoísmo de compartir el poder y sienten la libertad institucional, que por experiencia se sabe, nunca llegará a los demás, al pueblo. Suponen que el pueblo quiere conocer y sentir, lo que ellos como “revolucionarios”, sienten en el poder; pero ignoran que una cosa es estar en el poder y otra padecerlo. Por eso, semejantes a colonizadores, prosiguen entregando dádivas, espejitos y baratijas; todo porque, la pluralidad de los demás no les interesa y presumen que el poder les pertenece eternamente. De allí su interés en abolir el pasado.





¡Ay! de quienes se atrevan a disentir de su pensamiento político o muestren a los demás el camino de la democracia. Pues a pesar de la veda, los lampearán como si fuesen a cazar venados, les echarán los perros o les dispararán sin contemplaciones. Por eso, esta “Revolución”, cría cuervos para lanzarlos contra la disidencia. ¿Acaso el régimen ignora, que cuando los cuervos, por su indispensabilidad, comienzan a sentir que el poder les pertenece, empiezan por desconocer a sus amos hasta sacarles los ojos?  Los cuervos intuyen que son utilizados; que sus amos, después de “la Noche de los cuchillos largos”, vendrán por ellos. Esta es la naturaleza del mal.

Es por esto que los pueblos rechazan el desorden, el caos. Siempre esperan que de la caverna (la sociedad), salgan políticos a ver la realidad, que luego regresen a sacarlos y les enseñen el camino del orden (cosmos) y los conduzcan, no sólo hacia la salida de la cueva, sino que hallen la manera,  más efectiva y menos cruenta, para derrotar al totalitarismo, definitivamente. Que destinados al bien, muestren la importancia de las ideas, del conocimiento, del libre albedrío, de la necesidad de crear y construir, de la obligada lucha por los derechos y el cumplimiento de los deberes,  hasta alcanzar a compartir la libertad, sin reservas.

 

Víctor Vielma Molina/Educador/victormvielmam@gmail.com