Cuando vemos al pueblo sufrir ante un virus como la Chikungunya que no tiene control y no hay responsables por parte del Ministerio de Salud, sabemos que hay una gran incapacidad por quienes deben garantizarnos la salud.
A todos los que no ha dado este malvado virus sabemos que si fuera mortal la revolución nos hubiese dejado morir sin excusa alguna. Qué vergüenza da ver a jóvenes y adultos en cama con fiebre, dolor de cabeza, diarrea, escalofrió, sudoración, debilidad corporal y por ultimo brotados con una alergia de color rojo que genera un escozor parecido a lechina o la sarna, sin tener un parte médico que nos diga lo que en realidad tenemos.
Lo que el pueblo esperaba era que el gobierno de Maduro coordinara una gran jornada de entrega de Atamel e insumos que pudieran paliar el malestar que genera el Chikungunya. Todos esperaban que las estaciones de Metro fueran centros de acopio para retirar medicamentos, pero cual fue nuestra mayor sorpresa, no hubo tal solidaridad con sus compatriotas, los dejaron pasar sus días de reposo solo con la esperanza de que algún día se les fuera a pasar.
Con toda sinceridad quiero que a Maduro le de el virus Chikungunya para que vea como se sufre ante la incapacidad de sus políticas de salud. Que solo sea la hoja de mango la que pueda curar el dolor en las coyunturas nos compara con países como Haití, Cuba y República Dominicana.
El pueblo se ha quedado callado y resignado a que le dé Chikungunya como si fuera un castigo de Dios y no se pudiera evitar. Nadie se queja ante los organismos competentes, hemos llegado a sufrir pero no a tocar al gobierno, cuando eso sucede estamos llegando a lo último de la dignidad humana.
Después de ver a tantos compañeros tendidos en cama, solo queda pedir la destitución de la Ministra de Salud Nancy Ramos por incapaz e indolente. Ver a un pueblo sufrir y que no se vea a la Ministra desvivirse por erradicar el virus del Chikungunya habla muy mal de ella como persona y peor como Doctora.
Ojala el Doctor José Gregorio Hernández se apiade de los venezolanos y nos ayude a conseguir la cura a este virus que derroto al gobierno revolucionario y lo desnudo ante el mundo y peor aún dejo muy mal a la medicina cubana, que no pudo colaborar con la cura y el control de este flagelo que tiene contra las cuerdas a chavistas y opositores, no distingue entre buenos ni malos, solo les da y los lleva a niveles de decaimiento casi impensables.
Vamos a tener fe para que Dios nos de toda la salud que necesitamos y pueda frenar este indeseado virus. Que los que aún no le ha dado por la gracias no les dé y se mantengan en perfecta armonía con la salud.