En el Zulia “bachaquean” hasta el puestos para cambiar las canaimitas

En el Zulia “bachaquean” hasta el puestos para cambiar las canaimitas

 

(foto José Navas)
(foto José Navas)

A la medianoche del viernes llegó Viviana Vivas a la sede de Cantv en Sabaneta. A esa hora empezó hacer la cola para cambiar la Canaimita de su hijo, que presenta fallas desde hace cuatro años, cuando se la entregaron. Apenas llegó al lugar, se verificó en las lista de los que serían atendidos, y buscó su lugar en la fila cuando se le acercó una mujer. “‘Te doy el 54 si me das 500 bolívares’, me dijo. Yo le dije que no, y me vine a mi puesto, me tocó el 474”.  laverdad.com / Faviana García

La ama de casa estaba indignada al igual que las mujeres que compartieron la cola con ella. “No voy a pagarle a nadie, no lo hago con los que bachaquean comida, menos a estos que quieren bachaquear con los puestos”. Larissa Pulgar, residente de San Francisco y a quien le tocó el número 476, añadió que desde el viernes se van hasta el lugar. “Así comienzan a hacer las colas y guardar puestos. Los primeros 100 son los que venden”.





Entre 400 y 500 bolívares denunciaron que se vendían los primeros números en la cola. Añadieron que no existe control alguno de la empresa, ni de los oficiales que se encuentran en los alrededores. “Se han agarrado. Esto es horrible. No hay nadie que coordine aquí afuera. Es la misma gente que se organiza. Los primeros que llegan son los que tienen una lista con el número con el que vas a pasar”, comentó Yudith Paz, residente de San Francisco.

“Acá hay gente que viene de Machiques, Cabimas, Los Puertos y de todo el Zulia. Aparte de eso solo atienden los sábados, eso no puede ser así. Deberían hacerlo en las escuelas como era antes. Yo llegué a las 7.00 de la noche del viernes y me tocó el número 455. Desde que le entregaron la Canaimita a mi hijo estaba dañada, primero que era el disco duro y ahora ni prende la pantalla”.

“Desde las 3.00 de la mañana estoy haciendo la cola. Me tocó el número 574. Esto es un desastre, se pelean por los puestos. No hay ningún tipo de control. Pasamos mala noche y en el día sol parejo”. Maira Ramírez. Ama de casa