Durante el gobierno de Betancourt, el General Jesús María Castro León el 20 de abril de 1960, invade a Venezuela por San Cristóbal; al año siguiente, el 24 de junio de 1961, se alzó la Guarnición de Barcelona, y las Bases Navales de Carúpano el 4 de mayo de 1962 y Puerto Cabello el 2 de junio del mismo año. Treinta años después, en 1992, el 4 de febrero y el 27 de noviembre se alzan también varios batallones del Ejército y un grupo de aviadores contra el gobierno constitucional del civil Carlos Andrés Pérez 1989-1993. Sin embargo, todos esos alzamientos militares fueron derrotados con el respaldo de las propias FAN.
Las FAN, históricamente han sido un instrumento para alcanzar y mantener el poder político en Venezuela, tal como por ejemplo lo hemos vivido durante estos últimos quince años de gobierno partidista y personalista. El teniente coronel Hugo Chávez comenzó la conspiración en el Ejército, contra la República Civil, a principios de los años ochenta.
La República Civil se inició en Venezuela en 1958, con el derrocamiento de la dictadura militar del General Marcos Pérez Jiménez. Es decir, la actuación histórica de las Fuerzas Armadas venezolanas, tal como vimos, ha adoptado distintas formas pretorianas: “Pretorianismo es una palabra para caracterizar una situación en la que el sector militar ejerce el poder político autónomamente, recurriendo al uso de la fuerza o amenazando con recurrir a ella” (Perlmutter y Bennett, 1981).
Pero en cualquier caso, el fracaso de los militares en el poder pone en evidencia los profundos cambios culturales que se están produciendo; cambios que los militares no parecieran percibir al pretender eternizarse en el poder en Venezuela. Una de las últimas evidencias del rotundo fracaso de los militares en el poder es la experiencia vivida durante el gobierno militar de Hugo Chávez, experiencia que representa el más puro autoritarismo militar y rancio pretorianismo.
Así como Juan Vicente Gómez creó el Ejército Nacional, el desafío del próximo gobierno civil venezolano será la profunda erradicación de las condiciones que han permitido en nuestra historia el incubamiento y desarrollo del virus pretoriano en las Fuerzas Armadas Nacionales y lograr la consolidación definitiva de la supremacía y control civil de los militares venezolanos.
Hernán Castillo
@CastilloHernan