Amnistía Internacional destapa casos de tortura durante las protestas de Venezuela

Foto archivo
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Amnistía Internacional (AI) ha presentado este martes un informe en el que denuncia y documenta casos de torturas y violaciones de los derechos humanos contra los opositores al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. Al cumplirse ya casi dos meses de las protestas en el país —que comenzaron el pasado 4 de febrero— la ONG insta a la OEA, ONU y Unasur a que tome cartas en el asunto y promueva el diálogo entre las partes. Las manifestaciones han dejado un saldo, hasta el 27 de marzo, de al menos 39 muertes, más de 550 personas heridas de armas de fuego y miles de detenidos, publica El País de España.

La ONG ha recibido decenas de denuncias de “torturas y tratos crueles inhumanos y degradantes” contra los opositores de parte de oficiales de las fuerzas del orden como la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN). Las vejaciones se han dado tanto en el momento del arresto, en el traslado a los centros de detenciones y en estos sitios, según el informe, que contiene historias y fotografías de manifestantes golpeados.

Entre los testimonios está el de Daniel Quintero, un estudiante de 21 años, que fue arrestado el pasado 21 de febrero cuando participaba en una protesta en Maracaibo. “Al ser detenido, lo primero que recibí fue golpes y patadas en la cara y las costilla, cachazos en la frente. Les decía que me dejaran y me insultaban: ‘cállate maldito, cállate, cállate hijo de puta”.





Agregó que fue trasladado en motocicleta hasta un vehículo blindado donde fue golpeado. “El piloto de la tanqueta [blindado] me dio latigazos con una especie de cuero en el hombro izquierdo, unas seis veces. El copiloto daba media vuelta y me daba golpes con la escopeta en la frente”.

La ONG asegura en su informe que “los tratos crueles infringidos a los detenidos parecerían tener como objeto castigarlos por su participación, o supuesta participación en las protestas”. Entre las denuncias recibidas, se incluyen casos de palizas con puños, patadas y objetos contundentes, como cascos, incluso cuando la persona se encontraba restringida en el suelo en el momento de la detención. Asimismo, hay casos de jóvenes que han sido obligados apermanecer de rodillas o en pie durante largas horas en los centros de detención, abusos sexuales o amenazas de violación.

La organización también ha recibido denuncias de defensores de derechos humanos, periodistas y medios de comunicación con líneas editoriales tanto críticas como cercanas al Gobierno que habrían sido acosados y atacados.