Ya basta de una cúpula de militares acomodados que utilizan a nuestras Fuerzas Armadas para el beneficio personal, para la aspiración política, para enfrentar a pueblo contra pueblo, dejando sin duda los valores y principios guardados bajo el más oscuro baúl enterrado sobre montañas de prebendas, beneficios y mucha fuerza “crematística” acumulada.
Hoy quiero exigir respeto a la familia militar decente que es la mayoría de nuestras Fuerzas Armadas, aquélla que debe sobrevivir con el quince y el último mientras los “generales enchufados” derrochan olor a burguesía por todo el país, contra ustedes hermanos y hermanas no es nuestra lucha, nuestra lucha es contra quienes los oprimen adentro y los obligan a humillarse para complacer al jefe que les mueve la cuna a ellos y en segundo lugar mi repudio público a la ministra de la Defensa, al comandante del CEO y al Alto Mando Militar complaciente que permitió y aplaudió el show denigrante del día sábado.
Bolívar siempre comandó un ejército profundamente comprometido con la patria, donde como dice el himno nacional con virtud y honor, los jefes militares de hoy solo le rinden pleitesía complaciente y entreguista a quienes desde el poder les mantienen sus privilegios.
Primero Justicia