Las colas continúan ya no por desabastecimiento sino por la masiva compra de alimentos en la que se filtra más de un revendedor. Es ésta la explicación que ofrecen las autoridades de la red estatal de alimentos Pdval, publica Correo del Caroní.
El martes pasado Correo del Caroní publicó una reseña acompañada de varias imágenes que constataban que el establecimiento de Vista al Sol también sufría de escasez, pues en sus anaqueles sólo se observaba salsa de tomate, jabón azul, lentejas, entre otros productos secundarios de la canasta alimentaria.
De acuerdo con representantes de Pdval, el lunes en la tarde abastecieron el establecimiento con 23 toneladas de alimentos, entre los que se incluyen leche, pollo, pasta, harina pan y arroz.
Edwin Pérez, vocero principal de Contraloría Social del consejo comunal Che Guevara sector sur de Vista al Sol, aclaró que este Pdval tenía tres semanas, y no cinco meses, sin que les llegaran los productos que hoy en día escasean en los grandes supermercados.
Señaló que el problema viene dado por una debilidad en cuanto al transporte de los productos, lo cual retrasa los tiempos de distribución.
Durante la mañana de ayer los anaqueles fueron nuevamente surtidos con 280 bultos de harina pan, aceite, pollo, leche, pasta, arroz, entre otros productos, pero estos se vendieron como pan caliente.
Al salir los usuarios con sus paquetes de harina a la vista, alertaba a otros vecinos que, inmediatamente, se incorporaban a la larga cola que aguardaba afuera del establecimiento.
Al mediodía los compradores ya habían “arrasado” con todo, comentaron encargados del establecimiento. Algunos usuarios entraban a preguntar por harina o leche, y la respuesta recibida era: “ya se acabó”.
No obstante, a los poco minutos se conoció que llegó otro camión. Esta vez con harina ricamasa, pasta, atún, aceite de soya y sal.
La noticia corrió como pólvora. Mientras hace unos minutos las colas habían cesado, ésta se reprodujo en cuestión de segundos. Al entrar al establecimiento corrían desesperadamente para hacer otra fila, y esperar a recibir dos artículos por persona de cada producto que fuesen a comprar.
“Yo estoy aquí desde la siete de la mañana que empezaron a vender y sólo compré tres paquetes de arroz, ahorita estoy esperando a ver si sacan harina y aceite”, relató María Márquez.
El rostro de la gente cambiaba después que conseguían el producto. Primero era la molestia por perder el tiempo en una cola, pero eso se transformaba en una aparente “felicidad” al tener en sus manos dos paquetes de harina pan.
Se pudo conocer que Pdval está organizando reactivar sus jornadas de venta en diferentes sectores de la ciudad, lo cual buscan que se hagan frecuentemente los domingos. Igualmente ven la posibilidad de reactivar en los próximos días los planes de Mi Casa Bien Equipada.