Captura del pulpo en descenso y sardina con la misma historia

Captura del pulpo en descenso y sardina con la misma historia

Las cifras en caída tanto de pulpo como de sardina son el secreto mejor guardado en cuanto a los reportes oficiales. Sin embargo, la realidad que se vive en Nueva Esparta y el resto del Oriente del país, constata una industria sardinera que en los últimos años va en caída preocupante. elsoldemargarita.com.ve / Yanet Escalona

Nerio José Salazar, dueño de un tren sardinero, dijo que incluso después de haber sido la carnada más utilizada por la flota pargo-mero de altura, la sardina ha tenido que ser sustituida por calamares y carachanas, porque no se hayan suficientes sardinas en el mercado nacional.





Esa triste realidad también se evidencia en los anaqueles de los supermercados cuando ya no es tan masiva la cantidad de sardina enlatada, en comparación con lo que se ofrecía hace un par de décadas atrás cuando la oferta del producto era total. Eso era posible porque había tanta captura de sardina que las enlatadoras establecidas en el estado Sucre y una también en la isla de Margarita, generaban alimentos y empleos.

Otra preocupación gira en torno al pulpo, el cual vive la misma historia de la sardina. Cada vez se captura menos este tipo de moluscos.

-¿A qué atribuye usted esa debacle?

-Hay muchos factores, y lo lamentable es que el Instituto Socialista de Pesca y Acuicultura (Insopesca), ha comenzado estudios e investigaciones que hasta ahora no han determinado con precisión las causas de lo que está ocurriendo.

Sin querer hacer el papel de científico, sino interpretando lo que ve a diario en el ámbito pesquero, Salazar sostiene que es obvio que las autoridades se han “hecho de la vista gorda” a la hora de aplicar controles sobre las artes de pesca “agresivas” que se utilizan. Eso ha sido denunciado muchas veces y los pescadores están cansados de exponerlo en asambleas y directamente a las autoridades. Nadie hace nada para frenarlas.

Coloca como ejemplo la península de Macanao, que a su modo de ver “es tierra de nadie” con el uso de los llamados trenes “jala pa’tierra”, con unas mallas tan chiquitas que atrapan desde el pez grande hasta el más pequeño. Como no requieren luego de los diminutos los desechan. También están las “máquinas de argolla” que igual “matan el pez pequeño”.

Otro sistema cuestionado por los pescadores artesanales constituye el uso de plantas eléctricas que espantan las especies marinas. “Quienes utilizan ese tipo de artes no le prestan atención a nadie, aprovechando que no hay autoridad marítima efectiva”.

Cada vez más lejos

Sobreexplotación del recurso marino, utilización de artes “agresivas”, falta de controles efectivos y aumento de la cantidad de personas que van a la búsqueda de la anhelada buena pesca, hacen que cada vez sea más difícil para el marino regresar a tierra con una buena captura.

También estas nuevas realidades generan la necesidad de adquirir botes más grandes y con más potencias que los pequeños, debido a que hay que navegar a más larga distancia para regresar con el pescado. De lo contrario, se pregunta, ¿de qué se va a mantener el pescador? Cada día hay que ir más lejos.

Quienes no tienen la posibilidad de acceder a nuevos equipos que los lleven a 30 millas, les es más rentable quedarse en tierra ejerciendo oficios distintos a la pesca. “Es cuando los ves en albañilería o haciendo de todo un poco para poder mantener a sus familias”, dijo.

Propone que el Insopesca enserie el diagnóstico sobre los factores que inciden en la problemática de la sardina, y ahora del pulpo en una temporada gris y nada alentadora para el pescador artesanal neoespartano.