#PazEnVzla, por Carlos Díaz

#PazEnVzla, por Carlos Díaz

“No cuelgues…creo que me van a robar el carro”. Esas fueron las últimas palabras que pudo decir por el teléfono antes que le dieran un tiro en la cabeza para quitarle el carro. No opuso resistencia al robo, no era ese su carácter; al contrario llegó a la encrucijada dispuesto a entregar el carro y salir rápido del robo nuestro de cada día. Sin embargo, el capricho del Otro pudo más, y en lugar de fungir el papel de ladrón, decidió transformarse en verdugo y asesino. Él se llamaba Mauricio Medina, sus amigos le decíamos Mauro, y su vida terminó en la madrugada del sábado pasado en Baruta.

Hablar de Mauro se hace con una sonrisa, porque su esencia era de una infinita bondad y optimismo por la vida. Ingeniero, karateca, emprendedor, corredor, deportista, amigo incondicional; son todas facetas de él, y luego de más de 30 años de  amistad es mucho de lo que pudiera hablar; pero quizás una de las cosas que mejor lo definían era que Mauro encarnaba con orgullo nuestro gentilicio. En él se juntaban las mejores cualidades que tenemos como pueblo: solidario, optimista, trabajador, noble y siempre alegre. Como él son cientos de miles los hermanos y hermanas que han muerto a destiempo por capricho del Otro, amparados bajo la corrupción y la impunidad que permean al estado y la administración de justicia, y que hacen que nuestras vidas dependan todo el tiempo de sus caprichos.

Y es que vivimos en un estado de guerra.





Colombia con una población 60% mayor que la de Venezuela y un conflicto interno tuvo en el 2012, casi un tercio menos homicidios que los que ocurrieron en Venezuela (14,670 en Colombia vs. 21,692 de este lado del Arauca vibrador).

Las comparaciones internacionales nos dan una idea de magnitud de lo violenta que es nuestra sociedad. Los 21,692 homicidios del 2012 terminan equivaliendo a una tasa cercana a los 76 homicidios por cada 100 mil habitantes. Esa tasa en Colombia fue cercana a 31 (menos de la mitad). De igual manera las estadísticas recogidas por las Naciones Unidas en años anteriores muestran una tendencia similar. Por ejemplo en el 2010, Venezuela tuvo una tasa de 45, mientras que Colombia se ubicó en 33, Brasil 21, México 23, Pakistán 8, Líbano 2, Rusia 10, y Siria 2.

Esta guerra no anunciada en la que vivimos y que desangra al país se ensaña principalmente con los jóvenes; enlutando nuestros hogares y cortando nuestras oportunidades para el futuro. Además, la violencia nos roba el futuro ya que es uno de los motivos principales detrás de la emigración de nuestros jóvenes.

Hace ya mucho tiempo que necesitamos hacer algo al respecto. Y le deseamos al gobierno el mayor de los éxitos con su plan Patria Segura y el desarme de la población. Sin embargo, los ciudadanos necesitamos movilizarnos también.

Esta movilización puede estar originada por nuestra preocupación general o por el dolor que sentimos por la muerte sin sentido de nuestros seres queridos. En nuestro caso, la muerte de Mauricio ha movilizado a sus amigos. Sus compañeros corredores del grupo Runners Venezuela han decidido rendirle un tributo póstumo en el marco de la carrera-caminata NatGeo que se realizará este domingo 9 de junio a las 7am en las Mercedes en Caracas, y donde invitan a los corredores a portar una cinta negra. Además, la idea del grupo Runners Venezuela se ha extendido a otros amigos de Mauricio quienes también correrán el domingo en diversas ciudades alrededor del mundo en su honor y el de todas las víctimas de la violencia en Venezuela, haciendo un llamado por la paz en Venezuela.

Queremos unirnos y abogar por la paz en el país. El primer paso lo daremos el domingo cuando salgamos a correr o caminar, en grupo o solos, este será el inicio de este camino a favor de un futuro de paz en Venezuela. Los invitamos a que hagan lo mismo, sin importar dónde estén, y que nos cuenten sus ideas y experiencias a través de Facebook (www.facebook.com/porpazenvenezuela) o twitter (@porpazenvzla) para comenzar juntos a pensar y buscar soluciones a favor de la paz.

Luchar por la paz y la vida es quizás el mejor tributo a la memoria de nuestros hermanos y hermanas muertos, y en pro de nuestro futuro. #PAZENVZLA

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