En medio de incendios, iguanas, rabipelados y otras circunstancias que han originado apagones por varias, en casi todo el país, el ministerio de Energía Eléctrica reporta que ha gastado 58.8 millardos de bolívares, en los ultimos dos años, precisamente, para mejorar el servicio.
Janet Yucra M.
“En el período 2010-2012, el Gobierno Nacional Bolivariano ha invertido recursos por el orden de Bs. 58.874 MM, orientados a fortalecer el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), a través de sus áreas de: generación, transmisión, distribución, comercialización, energías alternativas y de rectoría del sector eléctrico nacional, entre otras; y en el sentido de ofrecer a toda la población venezolana un servicio eléctrico en términos de calidad, seguridad y confiabilidad”, destaca la memoria y cuenta correspondiente al 2012 y que recientemente fue entregada a la Asamblea Nacional (AN).
En las consideracione generales del informe, suscritas por el ministro, Héctor Navarro, se reseña que “durante el 2012 se realizaron acciones concretas que permitieron incrementar la capacidad de generación del SEN, en 1.844 MW nuevos: de los cuales 1.744 MW correspondieron a la puesta en operación de las plantas de turbogas y generación distribuida entre las cuales destacan: El Sitio, Termozulia III y la Planta de Generación de Respuesta Rápida Guarenas, entre otras; y 90 MW aportados por PDVSA a través de la planta de Bajo Grande”. El documento subraya también que “estos nuevos MW, permitirán la estabilización del sistema obteniendo una mayor autonomía de la energía ofertada por Guayana”.
Obstáculos
Aunque en el documento que el ministro dirige a los diputados no menciona contingencias, ni pérdidas de recursos, en la página correspondiente a los “obstáculos”, sí destaca que “en el año 2012 se presentaron diversas limitaciones que incidieron en las metas proyectadas para el sector”.
Entre las limitaciones técnicas señala: A pesar de que se gestionaron grandes esfuerzos durante el año 2012, logrando disminuir pérdidas de energía, aún el servicio de transmisión, distribución y comercialización viene arrastrando por un largo período, pérdidas de energía eléctrica, de carácter técnico que se generan por las condiciones propias de las instalaciones, y no técnicas que corresponden a energía eléctrica tomada ilegalmente, perjuicios impredecibles para el servicio eléctrico”.
Resalta la “deficiencia e ineficiencia de automatización en los sistemas de control y telemedida de los despachos de carga ubicados a nivel nacional, incidiendo en la gestión y control del sistema en tiempo real”.
También admite que “la diversidad de plataformas tecnológicas para el proceso de comercialización, afecta el proceso de facturación, recaudación, atención al usuario y gestión comercial, al efecto, se están realizando acciones para diseñar e implantar una plataforma tecnológica única”.
El despacho acepta que hay “deficiencia en la comunicación oportuna del estatus de los proyectos y obras en ejecución, por parte de Corpoelec y sus Filiales, debido a la carencia de una herramienta tecnológica que los agrupe”.
Igualmente, subraya que “aún logrando la consolidación de las empresas eléctricas en una sola Corporación, persiste la falta de estandarización de procesos, afectando la estructura de costo y la operatividad”.
Entre las limitaciones presupuestarias / financieras, el informe destaca que “la Contratación Colectiva del Sector Eléctrico, representa un gasto altamente significativo, así como el plan de mantenimiento y expansión de la infraestructura eléctrica, y la Corporación Eléctrica Nacional no cuenta con los suficientes ingresos propios que financien la inversión corriente y de capital; incidiendo esta situación en el clima organizacional, en el desempeño de los trabajadores y en el suministro eficiente de la electricidad”.
El destacho denuncia “la carencia de cultura de pago en el sector público y privado del suministro de electricidad”, lo cual “afecta el flujo financiero mensual de Corpoelec, limitando así la mejora del Sistema Eléctrico Nacional”.
El informa también dice que hay “limitaciones políticas” y entre estas resalta que “en Venezuela el consumo de electricidad por habitante supera ampliamente al de países con mayor nivel de industrialización, derivado de la carencia de una cultura de ahorro energético, lo cual genera que se tengan que invertir mayores recursos para incrementar la capacidad instalada de generación para atender una demanda derrochadora”.
Acepta que hay “debilidades en la articulación interinstitucional para formular políticas sectoriales” y “debilidades para mantener una relación idónea con las organizaciones sindicales o gremials”. Se queja por la “falta de comunicación y coordinación con las autoridades regionales y municipales, para impulsar la mejora del proceso de planificación sistémica para la sostenibilidad del servicio eléctrico”. El informe deja para el final los “eventos de sabotaje en las instalaciones eléctricas, lo que afecta la seguridad del Sistema Eléctrico”.