¿Empiernarse después del sexo? Esto es lo que piensan los hombres

Abrazarse y quedarse “empiernados” después de haber tenido relaciones sexuales es una de las actividades que las mujeres más disfrutan, pero ¿qué hay de los hombres?

Antes de llegar a ese paso hay que desmenuzar por qué nos gusta. Sí, el sexo es genial, pero se queda en nuestro lado salvaje y nuestra faceta romántica busca más intimidad. Ésta la conseguimos acostándonos a lado de nuestra pareja y fusionando nuestro cuerpo con el suyo en un enorme y cálido abrazo. No cabe duda que se crea un enlace emocional. Además no hay nada más rico que dormir caliente entre sus brazos.

Ahora bien, ¿a ellos les gusta acurrucarse después del sexo?





– Hablando de forma puramente biológica a las mujeres les gusta acurrucarse porque liberan una hormona romántica (oxitocina), mientras que después del orgasmo los hombres liberan prolactina, la hormona que les provoca sueño. Por lo tanto tú quieres prolongar el momento, mientras él quiere una siesta.

– Les gusta acurrucarse, pero no siempre. Para ellos acurrucarse con una chica es un momento íntimo que rompe con el sexo como tal y, por lo tanto, sólo debe ser reservado para una relación seria. Si se trata de un ‘affaire’ pasajero no lo harán.

– Les encanta cuando aman a la chica, pues el sexo con ella les provoca la sensación de no querer dejarla ir.

– Nunca al principio de la relación. Para ellos pasar de “haber tenido sexo” a “tener intimidad” es algo que lleva tiempo y necesitan sentirse cómodos con la chica con la que lo hacen. Esto es al revés en las mujeres, pues generalmente necesitas sentir que tienes intimidad con alguien antes de tener sexo.

– Muchas veces el status quo es el que les prohibe desfrutar de las caricias al estar “empiernados” pues se cree que un “macho” no se acurruca.

– No saben cómo hacerlo. ¡Y entendemos por qué no saben, ya que nunca escuchas que los hombres hablen de eso! Creen que es el inicio de un nuevo juego previo y no entienden cómo disfrutarlo en sí mismo. No te preocupes, si es tu caso enséñale a hacerlo. Pasa su mano por tu cabello, bésale suavemente la frente y las mejillas, haz contacto visual (pero no sexy), toma su mano…

– Algo que tenemos que tener claro es que no es cómodo acurrucarse justo después del orgasmo. El chico necesita aire, relajarse y que se le baje el calor. Así que dale unos minutos… /Veintitantos